Buscar

jueves, 17 de mayo de 2018

Los autobuses eléctricos escolares. Una forma de ahorrar dinero, reducir emisiones, y regular la red eléctrica con el V2G

Los autobuses eléctricos escolares. Una forma de ahorrar dinero, reducir emisiones, y regular la red eléctrica con el V2G




Hace bastante tiempo que hablamos de un sistema con un enorme potencial de futuro relacionado con el coche eléctrico. La tecnología V2G. La idea es usar las baterías de los coches eléctricos para almacenar energía cuando estos estén aparcados, normalmente por las noches, e inyectarla a la red durante el día, en las horas de mayor demanda.
La cuestión es que la batería de un coche eléctrico suele ser pequeña, y su propietario a pesar de los muchos beneficios que podría lograr con esta tecnología en una primera fase serán algo escéptico. Pero hay sectores con un importante potencial por las características técnicas de sus vehículos, y sus hábitos diarios. Hablamos de los autobuses escolares.
En Estados Unidos han realizado un estudio que cuantifica el enorme potencial de electrificar este tipo de transporte, y también las enormes posibilidades de aplicar en los mismos la recarga inteligente.
 
Actualmente hay en este país un total de 500.000 autobuses dedicados al transporte de escolares. Una flota que consume principalmente diésel y cuyo coste anual se estima llega a los 3.200 millones de dólares. Y eso sólo en repostajes. A esto añadir los costosos mantenimientos mecánicos, y las peligrosas emisiones de sus motores que además tienen lugar en la presencia de niños y niñas que se ven expuestos a las partículas de estos motores.
Según Lance Noel, un postdoctorado e investigador en el Centro de Tecnologías y energía de la Universidad de Aarhus, Dinamarca, un autobús escolar eléctrico es una enorme batería que de media apenas tiene que estar operativa 5 horas cada día. Esto nos indica que durante 18 horas está parado, sin realizar ningún desplazamiento.
Con un cargador bi-direccional, se podría lograr estabilizar la red eléctrica, recargando cuando hay poca demanda, y los precios son más económicos, para mediante un software inteligente devolverla a la red en las horas de mayor demanda. Una tecnología que ya están usando marcas como Renault o Nissan en proyectos pilotos en Europa, en este caso utilizando las pequeñas baterías de sus coches.
En esencia, V2G aboga por la democratización de los mercados energéticos al permitir que jugadores de pequeño tamaño usen sus vehículos para proporcionar electricidad, ya sea a la red, a sus vecinos o a sus propios hogares, y potencialmente ganar algo de dinero mientras lo hacen. De acuerdo con PJM Interconnection, un operador de red y mercado mayorista de electricidad de Estados Unidos, ha determinado que los test realizados con una flota de Minis eléctricos usando V2G proporcionaron a sus conductores en torno a los 100 dólares al mes por vehículo.
Podemos comparar esta cifra con la factura eléctrica de un conductor de un coche eléctrico en Estados Unidos, que cada año recorre unos 24.000 kilómetros, y que tendrá unos costes en electricidad de unos 540 dólares anuales. Algo que nos indica que con el V2G, podría llegar no sólo a moverse de forma gratuita con su coche, sino incluso llegaría a ganar dinero.
Pero como hemos dicho, es más difícil convencer a un particular a dar el salto, que hacerlo a una empresa cuya flota como las de los autobuses escolares que gracias a los sistemas de propulsión eléctricos combinados con los cargadores V2G, puede proporcionarle importantes ahorros operativos a las compañías y animar a estas a sustituir sus contaminantes y poco eficientes modelos diésel por eléctricos.

Fuente: Motherboard

No hay comentarios:

Publicar un comentario