Buscar

jueves, 25 de julio de 2024

Electromagnetismo: De Michael Faraday a James Maxwell

 

Electromagnetismo: De Michael Faraday  a  James  Maxwell

 

En la inmensa pared  que podría representar la electrotecnia, estoy dos grandes científicos  han aportado varios tramos de ladrillos.

 

 Michael Faraday nació en el seno de una familia humilde y recibió una educación básica. A temprana edad tuvo que empezar a trabajar, primero como repartidor de periódicos, y a los catorce años en una librería, donde tuvo la oportunidad de leer algunos artículos científicos que lo impulsaron a realizar sus primeros experimentos.

 

 Una de sus primeras acciones fue asistir a las conferencias sobre química que impartía Sir Humphry Davy, químico británico, en la Royal Institution. En uno de los encuentros Faraday le pidió a Davy que lo tuviese en cuenta como asistente de su laboratorio. Al tiempo comenzó a trabajar en el laboratorio de Davy.

En esa misma época e inspirándose en el descubrimiento de los campos magnéticos generados por corrientes eléctricas llevada a cabo por el científico danés Hans Christian Oersted. Faraday, posteriormente incursionaría en los fenómenos de inducción electromagnética, observando que un imán en movimiento a través de una bobina induce en esta una corriente eléctrica. Tal situación, además, permitió formular matemáticamente la ley que rige la producción de electricidad por un imán.

 

Otra mente inquieta, la de Heinrich Lenz, científico germano/báltico, aportó el  signo negativo a la fórmula original de Faraday estableciendo la ley de Faraday-Lenz que dice: el campo electromagnético inducido tiene una polaridad que produce una corriente cuyo campo magnético se opone al cambio que la produce cuando el flujo magnético varía.

 Faraday, asimismo, realizó experimentos electroquímicos que permitieron relacionar de manera directa la materia con la electricidad. Y luego de apreciar cómo se depositan las sales en una cuba electrolítica al pasar una corriente eléctrica a  través de ella. De esta manera determinó que la cantidad de sustancia depositada es directamente proporcional a la cantidad de corriente circulante. En su honor, se denomina Faradio (F) a la unidad de capacidad eléctrica del Sistema Internacional de Unidades.

Los descubrimientos de Faraday fueron determinantes en el avance que pronto iban a experimentar los estudios sobre el electromagnetismo. Posteriores aportaciones que resultaron definitivas para el desarrollo de la física, como es el caso de la teoría del campo electromagnético introducida por James Clerk Maxwell, se fundamentaron en la labor pionera que había llevado a cabo Michael Faraday.

 James Clerk Maxwell nació en Escocia en 1831. Desde pequeño, denotó grandes dotes en las ciencias y en la filosofía por lo que, fiel a sus capacidades como docente, su madre decidió explotar todo el potencial del niño desde casa.

 

 Así fue que, con tan solo 7 años, Maxwell ya había devorado algunas de las grandes obras de la literatura científica y naturalista. Con 14 años redactó su primer artículo científico, al que tituló Oval Curves y en el que plasmaba diferentes métodos geométricos con los que trazar óvalos y que, hasta ese momento, eran desconocidos. Con tan solo 16 años, el joven Maxwell abandonó la Academia de Edimburgo para matricularse en la Universidad de Edimburgo en Matemáticas.

 En 1865, Maxwell revolucionó el mundo de la ciencia, esta vez en el ámbito del electromagnetismo. Con la publicación de su obra A Dynamical Theory of the Electromagnetic Field, demostró que el campo magnético y el eléctrico viajaban a través del espacio adoptando la forma de ondas y a una velocidad similar a la de la luz. La unificación de los fenómenos luminosos y electromagnéticos le permitió predecir la existencia de las ondas de radio, bases de la radiastronomía en la actualidad. Maxwell introdujo el concepto de onda electromagnética, que permite una descripción matemática adecuada de la interacción entre electricidad y magnetismo mediante sus célebres ecuaciones que describen y cuantifican los campos de fuerzas. 


 Su teoría sugirió la posibilidad de generar ondas electromagnéticas en el laboratorio, hecho que corroboró Heinrich Hertz en 1887, ocho años después de la muerte de Maxwell, y que posteriormente supuso el inicio de la era de la comunicación rápida a distancia. Al día de hoy, sus trabajos en este ámbito se siguen considerando como una de las mayores aportaciones a la física a lo largo de la historia. Lamentablemente, Maxwell falleció a la corta edad de 48 años debido a un cáncer abdominal: la misma enfermedad que había matado a su madre a esa misma edad.

 Albert Einstein tenía colgado en la pared de su estudio un retrato de Faraday junto a los de Isaac Newton y James Clerk Maxwell.​ El físico neozelandés Ernest Rutherford declaró: "Cuando consideramos la extensión y la magnitud de sus descubrimientos y su influencia en el progreso de la ciencia y de la industria, no existen honores que puedan retribuir la memoria de Faraday, uno de los mayores descubridores científicos de todos los tiempos". Y no estaban equivocados!

 

Ricardo Berizzo

Ingeniero Electricista                                                                        2024.-

¿Cómo funciona el aire acondicionado y la calefacción en un coche eléctrico?

 

¿Cómo funciona el aire acondicionado y la calefacción en un coche eléctrico?

El motor de un automóvil eléctrico no genera calor en abundancia, por lo que los mismos deben utilizar sistemas de calefacción y refrigeración diseñados específicamente. Por otro lado, en todos los vehículos, sean eléctricos o de combustión, es fundamental mantener la temperatura adecuada en el habitáculo durante el invierno y verano, como así también para el uso del desempañador.

 


Los compresores de los vehículos eléctricos tienen su propio motor eléctrico incorporado, un inversor que convierte la corriente continua tomada de la batería en corriente alterna. Una de las ventajas de los coches eléctricos es que, como el compresor se alimenta directamente de la batería, se puede hacer funcionar el acondicionador de aire mientras el coche está estacionado, con el motor apagado. 

En los coches eléctricos  también se puede encontrar un sistema de calefacción basado en una bomba de calor, esta  puede funcionar tanto en modo de calefacción como de refrigeración.

 

Bomba de calor

La bomba de calor es una máquina térmica que toma calor de un espacio frío y lo transfiere a otro más caliente gracias a un trabajo mecánico aportado desde el exterior; es decir, hace lo mismo exactamente que la máquina frigorífica; lo único que cambia es el objetivo. En la máquina frigorífica el objetivo es enfriar y mantener frío el espacio frío, mientras que en la bomba de calor sería lo inverso, es decir mantener caliente el espacio caliente.

Al igual que en la máquina frigorífica, en la bomba de calor el ciclo más empleado es el ciclo Rankine,  que funciona de idéntica forma que aquella, utilizando los mismos refrigerantes, los mismos elementos y las mismas etapas de funcionamiento. Teniendo en cuenta que la misma máquina puede enfriar y calentar, parece coherente utilizar un solo aparato para ambas funciones.

 El ciclo Rankine es un ciclo termodinámico que tiene como objetivo la conversión de calor en trabajo, constituyendo lo que se denomina un ciclo de potencia. Como cualquier otro ciclo de potencia, su eficiencia está acotada por la eficiencia termodinámica de un ciclo de Carnot que operase entre los mismos focos térmicos. Debe su nombre a su desarrollador, el ingeniero y físico escocés William John  Rankine. El ciclo Rankine es un ciclo de potencia representativo del proceso termodinámico que tiene lugar en una central térmica de vapor.

El diagrama T-s (temperatura y entropía) de un ciclo Rankine ideal está formado por cuatro procesos: dos isoentrópicos y dos isobáricos. La bomba y la turbina son los equipos que operan según procesos isoentrópicos (adiabáticos e internamente reversibles). La caldera y el condensador operan sin pérdidas de carga y por tanto sin caídas de presión. Los estados principales del ciclo quedan definidos por los números del 1 al 4 en el diagrama T-s (1: vapor sobrecalentado; 2: mezcla bifásica de título elevado o vapor húmedo; 3: líquido saturado; 4: líquido subenfriado). El  proceso  es el siguiente ilustrado  para el ciclo ideal (procesos internamente reversibles):

Para hacer una bomba de calor reversible, lo único que hay que añadir a la máquina es una válvula inversora de cuatro vías, como la que se representa en la figura de abajo.  La válvula es eléctrica, es decir, accionada por un solenoide. Esta válvula se intercala en el circuito frigorífico y se comanda, generalmente, con un conmutador invierno-verano (frio-calor). Al accionar la válvula se cambia el sentido de circulación del fluido frigorífico, de forma que el evaporador se transforma en condensador y a la inversa.

Durante el verano, el intercambiador de calor situado en el interior hace las veces de evaporador, y de condensador el situado afuera, mientras que en invierno es al contrario. Debido a que tanto un intercambiador como el otro pueden ser evaporador y condensador, en este tipo de máquinas se les denomina unidad interior y unidad exterior.

Los refrigerantes, aunque hay bastantes opciones, solo unos pocos como el 407C, 410A, 134A y algún otro son los elegidos por la mayor parte de los fabricantes y se usan los mismos para todo tipo de máquinas, ya que cubren sobradamente el campo de temperaturas de las instalaciones que se pretender hacer confortables.


 

 Ventajas y desventajas de una bomba de calor

La bomba de calor es un tipo de calefacción cada vez más habitual en los coches eléctricos. Al comprimir y expandir correctamente el medio de calefacción, la energía térmica extraída del exterior se puede utilizar para calentar el habitáculo del vehículo.  Las pruebas en condiciones invernales han demostrado que la bomba de calor requiere menos energía que un sistema tradicional con un calentador eléctrico. Aunque solamente dentro de un cierto rango de temperaturas exteriores.  A temperaturas entre 0 y 10°C, se estima que la bomba de calor consume alrededor de 1 kW de energía, por lo que ahorra 1-2 kW por cada hora de funcionamiento.

 

Calentador de alto voltaje

El calentador de alto voltaje (HVH) es un dispositivo de tamaño pequeño y un peso de solo 2,7 kg. Sin embargo, es muy eficiente. A diferencia de las bombas de calor, esta tecnología se basa en un modelo de calentamiento de agua, en lugar de calentamiento de aire.  Se puede utilizar tanto para mantener una temperatura agradable en el habitáculo, como para precalentar o enfriar el motor de tracción. El calentador HVH está diseñado para operar en una amplia gama de voltajes de suministro de 100 a 450 V, mientras que su potencia de calentamiento máxima es de hasta 7 kW.  La alta eficiencia de esta solución la hace aplicable a vehículos grandes, como camiones y autobuses. La aplicación más común de esta tecnología es la calefacción eléctrica de estacionamiento de la cabina del conductor, que se usa en sobre todo en camiones.

 


Bomba de calor controlada por Inverter

Los sistemas con bomba de calor inverter ahorran  energía respecto a otros sistemas que no utilizan este tipo de tecnologías. Principalmente el termino inverter indica que la alimentación del compresor está dotada de un variador de frecuencia que consigue modificar la velocidad a la que gira el compresor. Antiguamente en una máquina de aire acondicionado todo-nada, fijábamos una temperatura de consigna (la temperatura deseada) y cuando la temperatura ambiente subía por encima de esta temperatura, el compresor se ponía en marcha al 100% de su potencia, para bajar dicha temperatura.

En un sistema Inverter se detecta la temperatura ambiente de la sala y se compara con la temperatura deseada (temperatura de consigna). El compresor se pone a su máxima capacidad (máximas revoluciones), mientras la diferencia entre las dos temperaturas (ambiente y consigna) supera los 2ºC, por lo que la temperatura descenderá rápidamente. Una vez la diferencia entre las dos temperaturas se iguala aproximadamente a 2º C el compresor reduce sus revoluciones aproximadamente a un 45 % de las revoluciones máximas. Como consecuencia se reduce la diferencia entre las presiones de aspiración y de descarga del compresor, por lo que se reduce mucho su consumo de energía eléctrica. Se puede ahorrar más de un 40% de la energía dependiendo de su uso y de las características del equipo, dependiendo mucho su eficiencia del diseño y también gracias a la regulación de la frecuencia de funcionamiento del compresor que le permite adaptarse mucho mejor a la demanda.

 

Ricardo Berizzo

Ingeniero Electricista                                                                                        2024.-

domingo, 14 de julio de 2024

Gestión térmica en vehículos eléctricos

 

Gestión térmica en vehículos eléctricos

Los vehículos convencionales,  requieren una gestión térmica para enfriar la enorme energía generada por el motor de combustión interna. El sistema de bomba, refrigerante y radiador evacuan el calor de la combustión en el motor. En los vehículos eléctricos, la gestión térmica implica el enfriamiento de baterías, sistemas electrónicos de energía y el motor eléctrico.

La temperatura óptima es fundamental para el correcto funcionamiento de la batería, los sistemas electrónicos de potencia y el motor. Cuando se mantiene a una temperatura óptima, se conservan la carga, el estado y la capacidad de la batería. Los sistemas electrónicos de potencia y los motores muestran su mejor perfil de trabajo bajo temperaturas óptimas.

 


En el bucle de refrigeración, circula un refrigerante mediante una bomba eléctrica para enfriar las baterías, la electrónica, el motor y los sistemas relacionados. Los radiadores se utilizan para liberar calor al aire ambiente. El sistema de aire acondicionado se utiliza para enfriar los sistemas dentro del bucle de refrigeración y los evaporadores se incorporan para eliminar el calor.  A continuación veremos por qué la gestión térmica en los vehículos eléctricos es tan crítica.

 

Definición de resistencia térmica en la transferencia de calor

Para el análisis de transferencia de calor de bloques electrónicos integrados, la resistencia térmica es un parámetro importante, ya que juega un papel crucial en la implementación de un mecanismo de enfriamiento. Un criterio clave que debe cumplirse durante el enfriamiento de dispositivos electrónicos es que las temperaturas deben mantenerse por debajo de los límites máximos permitidos en las peores condiciones operativas. Todos los bloques de circuitos electrónicos se pueden caracterizar por su resistencia térmica. Como podemos relacionar la difusión del flujo de calor con el movimiento de cargas eléctricas, la resistencia térmica es análoga a la resistencia eléctrica. La ecuación de resistencia térmica se encuentra a continuación, donde T es la diferencia de temperatura en ℃, q es la tasa de transferencia de calor en vatios y R es la resistencia térmica en ℃/W:

El valor de la resistencia térmica en la transferencia de calor difiere según el alcance y la aplicación de los dispositivos. Por ejemplo: los paquetes de baja potencia para teléfonos, computadoras personales y productos electrónicos de consumo pueden caracterizarse por una resistencia térmica muy alta. En los bloques electrónicos, el calor se transfiere desde la unión del componente al disipador de calor final. La resistencia térmica total determina las temperaturas de unión en la ruta de transferencia de calor.

La resistencia térmica total de un bloque electrónico se puede clasificar en tres niveles según la ruta de transferencia de calor. Los niveles de clasificación son:

      Nivel de componente: a nivel de componente, existe una resistencia térmica interna, denominada Rint. Es la resistencia al flujo de calor desde la unión o cualquier otro elemento del circuito hacia la superficie exterior de la caja del componente.

     Nivel de paquete: la resistencia térmica externa, expresada por Rext, está al nivel del paquete y ofrece resistencia a la transferencia de calor desde la superficie de la caja hasta algún punto de referencia.

     Nivel del sistema: la resistencia térmica a nivel del sistema es la etapa final de la resistencia térmica. Esta etapa se centra en la transferencia de calor desde el refrigerante al disipador de calor.

Las resistencias térmicas internas y externas gobiernan la temperatura de unión del dispositivo en el embalaje de productos electrónicos. La resistencia térmica total viene dada por la suma de Rint y Rext y su valor disminuye con la densidad de potencia del paquete.


 Para una gestión térmica y una transferencia de calor adecuadas, se deben seleccionar combinaciones de resistencias térmicas internas y externas de tal manera que permitan valores específicos de potencia y temperaturas de unión. Las resistencias térmicas internas y externas están influenciadas por los mecanismos de enfriamiento y los diseños del paquete. Esto indica la importancia de la gestión térmica y la selección del sistema de refrigeración para controlar la temperatura de los bloques electrónicos.

El método de enfriamiento, el diseño del paquete y el material elegido son cruciales para establecer la resistencia térmica interna y externa. Si la selección de gestión térmica es incorrecta, la combinación de resistencia térmica interna y externa no podrá satisfacer las limitaciones de temperatura del sistema.

 

Gestión térmica en vehículos eléctricos

Cuando se mantiene a una temperatura óptima, se conserva la carga de la batería, la salud y la capacidad. Los sistemas electrónicos de alimentación y los motores muestran su mejor perfil de trabajo bajo temperaturas óptimas.

 Gestión térmica de la batería

El rendimiento, la vida útil y el costo de los bancos de baterías y los vehículos eléctricos tienen una dependencia directa. La disponibilidad de energía de descarga para el arranque y la aceleración, la aceptación de carga durante el frenado regenerativo y la salud de la batería están en su mejor momento a temperaturas óptimas. A medida que aumenta la temperatura, la duración de la batería y la economía de energía se degradan. Teniendo en cuenta el efecto térmico global de la batería, la gestión térmica  es fundamental.

 Gestión térmica de los sistemas electrónicos

Los sistemas electrónicos de alimentación (inverters) son responsables de controlar los motores eléctricos. Estos funcionan en línea con el sistema de control del vehículo eléctrico y conducen el motor eléctrico de acuerdo con las instrucciones de control. Los convertidores DC-DC, inversores y circuitos de control en el sistema electrónico de energía son vulnerables a los efectos térmicos. Mientras trabajan, los circuitos electrónicos de energía generan pérdida de calor, y la gestión térmica adecuada es esencial para liberar el calor del circuito y los sistemas asociados. Si la gestión térmica es inadecuada, puede resultar en fallos de control, fallos de componentes y malas operaciones vehiculares.

 Gestión térmica de motores eléctricos

La temperatura de trabajo del motor eléctrico es fundamental para el rendimiento del vehículo. Con una carga mecánica creciente, el motor toma más energía de la batería y  calienta sus arrollamientos. El control de la temperatura  del motor es necesario para el mejor rendimiento de vehículos eléctricos.

 

Bucle de refrigeración en vehículos eléctricos

Si bien la temperatura de funcionamiento óptima de la batería es similar a la de un ser humano (~15-30°C), los motores y la electrónica de potencia son más altos, con un funcionamiento a menudo por encima de los 60°C. Esto generalmente significa que los motores y el inversor están en un circuito de enfriamiento separado de la batería, aunque pueden interactuar para transferir calor entre ellos para una eficiencia óptima del vehículo. La forma en que se maneja el calor dentro del motor varía según el fabricante, y las opciones generalmente se segmentan en motores enfriados por agua-glicol y/o aceite.


 

Una camisa de agua es un método comúnmente utilizado en el que el refrigerante de agua y glicol fluye en una camisa alrededor del exterior del estator. Esto ayuda a enfriar los devanados de cobre del estator que generan los campos eléctricos utilizados para impulsar el rotor. Algunos han adoptado geometrías alternativas de refrigeración por agua. Sin embargo, la principal limitación del agua con glicol es su conductividad eléctrica; esto limita su uso de modo que no se puede utilizar en contacto directo con componentes eléctricos. Aquí es donde entra en juego la refrigeración con aceite.

La desventaja del enfriamiento de aceite es la adición de componentes adicionales y, por lo general, el circuito de agua-glicol todavía existe para eliminar el calor del aceite e interactuar con el resto del sistema térmico del vehículo. A pesar de esto, los beneficios de rendimiento superan la complejidad.

Si bien la refrigeración por aceite es ahora la estrategia térmica dominante para los motores eléctricos, los IGBT  del inversor o los MOSFET  casi siempre se enfrían mediante placas frías de agua y glicol en uno o ambos lados de los módulos del inversor. Sin embargo, ha habido cierto interés en enfriar directamente el inversor con aceite. Como el inversor suele estar empaquetado junto al motor en una unidad de accionamiento, se podría imaginar que eliminar la necesidad de un circuito de agua-glicol dentro de la unidad de accionamiento simplificaría el sistema de accionamiento y aún proporcionaría los beneficios de la refrigeración directa del aceite dentro del motor y el inversor.

 

Ejemplos de sistemas de gestión térmica de baterías

Los siguientes esquemas muestran sistemas de gestión térmica en conocidos vehículos eléctricos.

Nissan


 

Chevrolet Volt

 



 

Tesla Modelo 3

 


Los sistemas de gestión térmica ayudan a mantener los componentes estables en una variedad de condiciones climáticas. Se asegura de que la batería, el motor del vehículo y la electrónica asociada estén siempre en el rango de temperatura de funcionamiento óptimo, ya sea extremadamente frío en el invierno o caluroso en el verano.

 

¿Qué sistema de refrigeración funciona mejor en los vehículos eléctricos?

Un grupo de investigación del Laboratorio Nacional de Energía Renovable (EE. UU.) y el Centro Nacional de Investigación de Tecnología de Redes de Distribución Activa (China) compararon cuatro métodos de enfriamiento diferentes para baterías de litio: aire, líquido indirecto, líquido directo y sistemas de enfriamiento de aletas.

 Los resultados muestran que: un sistema de refrigeración por aire necesita entre dos y tres veces más energía que otros métodos para mantener la misma temperatura media; un sistema de refrigeración líquida indirecta tiene el aumento máximo de temperatura más bajo; y un sistema de enfriamiento de aletas agrega aproximadamente un 40% de peso. La refrigeración líquida indirecta es una forma más práctica que la refrigeración líquida directa, aunque tiene un rendimiento de refrigeración ligeramente inferior.

 Cada uno de estos sistemas propuestos se puede diseñar para lograr el rango de temperatura y la uniformidad correctos. La eficiencia energética es más difícil de lograr, ya que los efectos de enfriamiento deben ser mayores que el calor generado al alimentar el sistema de enfriamiento. Además, un sistema con demasiado peso adicional consumirá energía del automóvil a medida que genera potencia.

La refrigeración líquida es la única opción  que no consume demasiada energía parásita, cumple con los requisitos de refrigeración y cabe de forma compacta y sencilla.

Las baterías de litio de Tesla, BMW i-3 e i-8, Chevy Volt, Ford Focus, Jaguar i-Pace y LG Chem utilizan algún tipo de sistema de refrigeración líquida. En los sistemas de refrigeración líquida, existe otra división entre refrigeración directa e indirecta: por ejemplo si las céldas de las baterías están sumergidas en el líquido o si el líquido se bombea a través de tuberías.

Los sistemas de refrigeración directa colocan las celdas de la batería en contacto directo con el líquido refrigerante. Estos esquemas de gestión térmica se encuentran actualmente en etapa de investigación y desarrollo, no existiendo en el mercado ningún automóvil que utilice este sistema. Debido a que la batería está en contacto con el líquido, el refrigerante debe tener una conductividad eléctrica baja o nula.

Los sistemas de enfriamiento indirecto hacen circular refrigerante líquido a través de una serie de tubos metálicos. La estructura del sistema de refrigeración que logra la máxima uniformidad de temperatura depende de la forma del banco de baterías y tendrá un aspecto diferente para cada fabricante de automóviles. El 99% del refrigerante está compuesto por un producto básico como glicol o poliglicol y agua.

 

Ejemplo de un sistema de refrigeración/calefacción

Todo el sistema de refrigeración está dividido en varios circuitos, cada uno de los cuales consta de un radiador independiente (radiador de baja temperatura), una bomba de refrigerante, un termostato y una válvula de cierre del refrigerante.

 El circuito frigorífico del sistema de aire acondicionado también está integrado mediante un intercambiador de calor especial, llamado chiller.

Un calentador eléctrico del  refrigerante (que se utiliza para enfriar) eventualmente es accionado para proporcionar una temperatura adecuada al banco de baterías cuando  las temperaturas exteriores son bajas.

La temperatura del refrigerante para el motor eléctrico y la electrónica de potencia se mantiene por debajo de 60°C dentro de un circuito separado (circuito interior en la figura) mediante un radiador de baja temperatura.                                                                    Para lograr el máximo rendimiento y al mismo tiempo garantizar la mayor vida útil posible de la batería, es necesario mantener siempre la temperatura del refrigerante  entre aprox. 15°C y 30°C. Cuando las temperaturas externas bajan demasiado, el refrigerante debe calentarse mediante el calentador.


 

Cuando las temperaturas son demasiado altas, se enfría mediante un radiador de baja temperatura. Si esto no fuera suficiente, un Chiller (enfriador integrado) reducirá aún más la temperatura del refrigerante de batería. Aquí, el refrigerante del sistema de aire acondicionado fluye a través del Chiller y enfría aún más el refrigerante de baterías, que también fluye a través del enfriador (Chiller). Todo el control se realiza a través de termostatos, sensores, bombas y válvulas individuales.


 

A continuación se enumera algunas de las características de los componentes mas sofisticados del circuito de gestión térmica: 

 

Compresor de aire acondicionado

El compresor del aire acondicionado funciona eléctricamente. Esto permite el aire acondicionado del vehículo, incluso cuando el motor está apagado. Además, el refrigerante de batería también se puede enfriar con ayuda del sistema de aire acondicionado a través del chiller, como se vio mas arriba.

 


  Enfriador (Chiller)

El enfriador es un intercambiador de calor especial conectado tanto al circuito de refrigerante de batería como al circuito de refrigeración, lo que permite que el refrigerante en el sistema de aire acondicionado reduzca aún más la temperatura del refrigerante de batería.

 


 Calentador auxiliar de alto voltaje  del refrigerante

Cuando las temperaturas bajan demasiado, el refrigerante de batería se calienta mediante un calentador auxiliar eléctrico.

 


Resumen

A diferencia de los vehículos de combustión, el motor eléctrico produce poco calor, lo que supone un desafío a bajas temperaturas. Esto significa que se requiere calefacción adicional para calentar el habitáculo y esto tiene el costo de reducir la autonomía disponible, ya que aumenta los esfuerzos para la gestión de la batería.

Además, la capacidad de carga rápida ha sido un gran impulsor de la gestión térmica. Muchos proveedores de red ofrecen ahora estaciones de carga rápida de CC con hasta 350 kW de potencia. Como consecuencia, las baterías necesitan mantener un rango de temperatura aún más estrecho que la del funcionamiento general para aprovechar al máximo la potencia de carga disponible. Esto requiere precalentar o enfriar la batería. A medida que las celdas individuales se cargan más rápido, existe una mayor necesidad de gestión térmica. Por lo tanto, el sistema de gestión térmica juega un papel fundamental en los actuales vehículos eléctricos.

 

Ricardo Berizzo

Ingeniero Electricista                                                                        2024.-

 

 

"No estamos ni cerca del final de lo buena que puede llegar a ser esta tecnología".