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jueves, 10 de julio de 2025

Charles Steinmetz, un Ingeniero brillante

 

Charles  Steinmetz, un Ingeniero brillante

 

Nacido Karl August Rudolf Steinmetz (Breslau -Prusia, 1865 – Schenectady- USA, 1923), una deformidad física le hizo refugiarse en los libros de texto en su juventud, donde demostró una inusual habilidad en matemáticas, física y literatura clásica. Tras graduarse como Ingeniero Electricista con todos los honores en el Gymnasium de su localidad, Steinmetz ingresó en la Universidad de Breslau en 1883, donde inició cierta actividad política en un club de estudiantes socialistas que más tarde se asoció al Partido Socialdemócrata Alemán.

Al efectuarse una redada en la que fueron capturados varios de sus camaradas, se hizo cargo de la dirección del periódico del partido, cuyos editoriales fueron calificados de incendiarios por las autoridades e irritaron a la policía hasta el punto en que Steinmetz se vio obligado a abandonar el país.


Tras una breve estancia en Zürich, emigró a Estados Unidos como polizón en un carguero, y al poco de llegar obtuvo un empleo en una pequeña compañía eléctrica, propiedad de su compatriota Rudolf Eickemeyer y situada en Yonkers, en el estado de Nueva York. Al lograr la nacionalidad estadounidense americanizó su apellido e introdujo como segundo nombre el apelativo de guerra de sus tiempos de activista socialistas (Proteus).

En el laboratorio que Steinmetz instaló en la planta de la compania, el físico hizo su primer descubrimiento importante: describió y estableció fórmulas para el fenómeno de la histéresis y las correspondientes pérdidas de potencia en dispositivos eléctricos. Esto  permitió optimizar los diseños de las máquinas eléctricas y mejorar el proceso de creación de motores más eficaces. Steinmetz presentó su descubrimiento más ampliamente en reuniones del Instituto Americano de Ingenieros Eléctricos (IEEE), lo que abrió la puerta a su carrera y fortaleció su posición entre los físicos estadounidenses.

 

Los proyectos exitosos incluyen el motor de conmutación que proporcionó a Steinmetz una experiencia y una reputación que le resultaron útiles en los años siguientes, cuando la empresa General Electric compró la planta de Eickmeyer. El talentoso ingeniero fue nombrado primero jefe de la oficina de diseño y luego director de investigación y desarrollo. Su trabajo tuvo un gran impacto en el desarrollo de la ingeniería eléctrica: desarrolló un método simbólico para calcular circuitos eléctricos utilizando números complejos, estudió estados transitorios en circuitos eléctricos y mejoró las posibilidades de utilizar la electricidad. También desarrolló muchos libros de texto que educaron a generaciones enteras de ingenieros hasta hoy.

No se limitó sólo al trabajo teórico. También ha acumulado muchos proyectos exitosos que aplican corriente alterna, incluidos motores de ferrocarril, centrales hidroeléctricas y varios modelos de dispositivos, como lámparas fluorescentes e incluso automóviles eléctricos. En total, obtuvo más de 200 patentes. Entre los proyectos más importantes del ingeniero también se encuentra el motor de histéresis.

  

Increíble resolución técnica. Anécdota con Henry Ford

La planta de Ford, ubicada en River Rouge (Michigan), tenía serios problemas técnicos con un nuevo generador de gran tamaño. Los ingenieros de la factoría no encontraban la solución y solicitaron los servicios de Steinmetz. El excéntrico ingeniero pidió una libreta, un lápiz, una mesa y un camastro. Durante dos días se encerró junto al generador efectuando incontables cálculos. Cuando terminó demandó una escalera, una cinta métrica y una tiza. Con enorme esfuerzo, debido a sus problemas físicos, trepó por la escalera, midió con sumo cuidado y marcó con la tiza una “X”.

A continuación dijo a los técnicos que debían desmantelar una placa lateral del generador y eliminar 16 vueltas de la bobina a partir del punto marcado con la tiza. Con enorme recelo los operarios siguieron las instrucciones de Steinmetz y el generador volvió a funcionar.

Pocos días después Henry Ford recibió una factura firmada por el ingeniero alemán por un importe de 10.000 dólares. El empresario, alarmado por la cifra, devolvió la factura y solicitó el desglose de la misma.

Steinmetz respondió con una nueva factura en la que señalaba:

Marca de la tiza en el generador: 1 dólar

Saber dónde hacer la marca: 9.999 dólares

Total a pagar: 10.000 dólares

 Moraleja: ¿Steinmetz sobredimensionó sus honorarios o fueron acordes al trabajo realizado? Muchas veces juzgamos erróneamente el valor de una actividad laboral simplemente por el tiempo que se tarda en realizar, cuando deberíamos de evaluarlo desde una perspectiva más “proteiforme”: “No cobro por lo que hago, cobro por lo que sé”…

 En sus últimos años, Steinmetz también se involucró considerablemente en asuntos públicos, sirviendo como presidente de la Junta de Educación de Schenectady, Nueva York, y del ayuntamiento. Fue presidente del Instituto Americano de Ingenieros Eléctricos entre 1901 y 1902  y doctor honoris causa por el Union College de Schenectady.

 

 Ricardo Berizzo

Ingeniero Electricista                                                                        2025.-

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