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martes, 13 de marzo de 2018

¿Puede la movilidad eléctrica convertirse en un impulso para la economía europea?





¿Puede la movilidad eléctrica convertirse en un impulso para la economía europea?


Un reciente estudio realizado por la European Climate Foundation (ECF) muestra una interesante visión de la movilidad eléctrica en el viejo continente, analizando todos los beneficios tanto económicos como medioambientales asociados a pasar de depender del petróleo a realizar desplazamientos impulsándonos principalmente por electricidad.
La encuesta ha sido realizada en colaboración con fabricantes de automóviles, organismos profesionales, sindicatos y ONGs. El estudio trabaja sobre varios escenarios posibles, desde una cuota de coches eléctricos del 23% en 2030 hasta una del 100% para el año 2050. Ciñéndonos al primer caso, Europa podría reducir sus importaciones de petróleo en 20.000 millones de euros al año para 2030 gracias al uso de los coches eléctricos.
Reemplazar el petróleo extranjero por energía producida de forma local supondría reintroducir riqueza en nuestra economía, así como la creación de 200.000 empleos adicionales. El PIB (Producto Interior Bruto) aumentaría por su parte en un 0,2% anual en el conjunto de todos los países que forman parte del viejo continente.
Maroš Šefčovič, Vicepresidente de la Comisión Europea, también ha recordado a raíz de este estudio la importancia de crear el “Airbus de las baterías” para no dejar que todo el peso de dicha industria lo tengan empresas asiáticas. Algo que será muy necesario ahora que Bosch ha decidido no centrarse en la producción de celdas. Además, la reubicación de la producción en Europa serviría para crear muchos empleos extras.
De acuerdo con el informe, para alcanzar estos objetivos será muy necesaria la inversión de los gobiernos de los distintos países que forman Europa, tanto en la creación de infraestructuras de recarga como en el refuerzo de la red eléctrica y el desarrollo de la tecnología V2G (recarga inteligente). Según el informe, será necesario que en las autopistas europeas haya como mínimo una estación de carga para coches eléctricos cada 60 kilómetros.
Las ganancias ambientales para el año 2050 serían muy destacadas: las emisiones contaminantes se reducirían en un 88%, pasando a 70 millones de toneladas desde los 605 millones de toneladas actuales. Las emisiones de óxidos de nitrógeno pasarían de 1,3 millones de toneladas a 70.000 toneladas por su parte.

Fuente | Automobile Propre

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