Acero o aluminio para
construcción de vehículos eléctricos.
El peso, estrictamente hablando, la
masa de un vehículo eléctrico es un factor muy importante ya que incide de
manera directa en la administración de la energía disponible desde el banco de
baterías incidiendo sobre la autonomía del móvil.
El valor de la masa del vehículo
depende del material del que está construido el monocasco autoportante (foto inferior izquierda) que es cierto tipo de chasis con que los vehículos
son construidos de una sola pieza.
Tradicionalmente la carrocería se
montaba sobre el chasis bastidor; hoy en
día esta práctica solo es usada en los vehículos que tengan que desplazar
grandes cargas como pickup, ómnibus y camiones.
El material con que generalmente se
construyó el monocasco es acero, pero
actualmente se está experimentado con aluminio y también con fibra de carbono.
Los chasis, propiamente dicho, para
vehículos de porte siguen siendo construidos con acero exclusivamente ya que
los mismos tienen una disposición de dos vigas unidas sobre dos puntos de apoyo, ruedas traseras y delanteras
(foto superior derecha).
El monocasco ofrece alternativas de
construcción o combinación de materiales, a continuación veremos las características de
estas alternativas.
Acero (compuesto por una aleación de hierro y carbono, sus propiedades varían
según los elementos constitutivos)
Peso
específico, 7800 Kg/m3 promedio. Teniendo en cuenta el límite elástico, puede
haber aceros convencionales, de alta resistencia, muy alta resistencia y ultra
alta resistencia. Es 100% reciclable.
El acero es el metal más utilizado en
los vehículos representando entre el 70% y el 80%
de la masa total de la carrocería. De hecho, la EPA (Agencia de protección
medioambiental, USA) sugiere que casi el 65 % de los materiales utilizados para
construir un coche promedio son un producto del acero. El acero es resistente y
flexible, por lo que es un material preferido en la fabricación de automóviles,
porque en efecto se dobla en vez de romperse. La era en que se utilizaban las
calidades de acero dulce (acero de la construcción) en la industria se acabó
tras la implantación de las Euronormas. Esos cambios impulsaron el desarrollo
de nuevos tipos de acero para la industria automotriz. Comenzaron a aparecer
aceros al carbono y manganeso de alta resistencia (CMn) y otros aceros que
endurecen durante el recubrimiento de la pintura de autos (BH).
La siguiente etapa en la evolución
fue el desarrollo de aceros avanzados de alta resistencia (HSS) bajo la
protección del Instituto Internacional del Hierro y el Acero y de los
principales fabricantes de acero del mundo: ThyssenKrupp (Alemania), SSAB
(Suecia), US Steel (EE.UU.) y JFE Steel (Japón).
Aluminio (a partir de la electrólisis de la alúmina (Al2O3) que
se extrae de la bauxita)
Peso especifico, 2600
Kg/m3 promedio. Es 100%
reciclable. El uso del aluminio en la fabricación de los automóviles ha dado
grandes avances durante los últimos 20 años.
Se destaca por ser hasta
un tercio más liviano que el acero a igualdad de volumen, por lo que su empleo
tiene como principal razón de ser, la fabricación de un coche de menos
masa posible.
El aluminio posee
determinadas características que, en muchos casos, lo hacen un material mejor
que el acero. Posee una alta conductividad térmica, lo que redunda en una mejor
disipación del calor de la soldadura, consiguiendo así una soldadura casi
perfecta. No se oxida, dando lugar a la corrosión. La dureza el aluminio es
inferior al acero, pero gracias a la tecnología actual se han logrado crear
estructuras tridimensionales con mayor rigidez torsional que la equivalente en
acero. Las carrocerías de aluminio actuales son mucho más rígidas que las de
acero, por lo que incorporan zonas de deformación programada para disipar la
energía en caso de impacto.
Acero o Aluminio?
Las automotrices quieren restar entre unos 115 y 315
kilos de cada auto para lograr el ahorro de entre 7% y 20% en el uso de
combustible líquido requerido por el Departamento de Transporte y la Agencia de
Protección Ambiental de EE.UU. Otros países, entre ellos miembros de la Unión
Europea, también están insistiendo en una mayor eficiencia de combustible, lo
que vuelve global la carrera por reducir
la masa.
En los vehículos eléctricos es clave el vehículo más
ligero a misma prestación de seguridad de la estructura.
El mercado
automotor es enorme en materia de volumen y ganancias para los productores de
metales, consumiendo más de 100 millones de toneladas. El acero sigue
dominando, con alrededor de 87 millones de toneladas usadas en la producción
mundial de automóviles por año, comparado con unos 12,5 millones de toneladas
de aluminio, según Ducker Worldwide, una firma de consultoría e investigación.
El requerimiento de automóviles más ligeros está abriendo más las puertas al
aluminio. La brecha entre los precios del aluminio y los del acero se ha
reducido.
Autos eléctricos con monocasco de aluminio
Una experiencia
interesante realizaron los investigadores del Forschungsgesellschaft
Kraftfahrwesen mbH de Aachen (Alemania) con un estudio realizado sobre una
conversión a eléctrico de un Volkswagen Golf, el cual fue rediseñado en aluminio.
Primero se tomó
la base del Golf y se adaptó a electricidad, sin modificar su estructura
interna, para ir poco a poco sustituyendo las partes estructurales realizadas
en acero por aluminio, manteniendo el aspecto exterior pero, sobre todo,
igualando los resultados de impacto en los tests EURO-NCAP (programa de
seguridad para automóviles) que el modelo base tenía.
De esta manera,
un coche eléctrico fabricado en aluminio puede ser hasta 162 kg más liviano que
uno realizado en acero. Pero aquí no
acaban las ventajas del aluminio como material estructural, al ser más ligero
se necesitan 3,3 kWh menos de energía para obtener la misma autonomía, fijada
en 200 km, reduciendo el peso del vehículo en unos 25 kg adicionales.
Y aquí es donde comienzan a venir las ventajas económicas, ya que las
baterías siguen siendo el factor principal del costo de los coches eléctricos y
cualquier reducción de las mismas, por mínima que sea, influirá decisivamente
en el costo de los coches eléctricos.
En total, entre la reducción en material y la de batería, el precio de un
coche eléctrico podría reducirse en
1.650 euros simplemente por fabricarse en aluminio su estructura en vez de en acero. Y todo eso teniendo en
cuenta que los procesos de producción en aluminio son más caros que con acero.
Siguiendo con las ventajas del uso del aluminio, en el ciclo de vida del
producto (estimado en 150.000 kilómetros), desde su fabricación a reciclaje, un
coche eléctrico de aluminio supondría la emisión de 1,5 toneladas menos de CO₂
que un coche de acero, obteniéndose una reducción en la huella de carbono desde
que el vehículo realiza 47.000 kilómetros.
Si bien el aluminio no se ha impuesto en la
industria principalmente por su mayor costo.
El aluminio cotiza en alrededor de 2.050 dólares por
tonelada, el acero, se cotiza en cerca
de 585 dólares por tonelada en la Mesa
de Metales de Londres (LME).
El aluminio
es el material principal de:
Tesla Roadster modelo 2010 deportivo biplaza.
Tesla Model S, pero el coche también dispone
de zonas reforzadas en acero.
El Volkswagen
Nils es un coche eléctrico que está
fabricado en aluminio siguiendo el principio de construcción ASF de Audi, lo
que deja el peso final en 480 kg.
La plataforma
MEB (bloque de construcción modular de propulsión e ), una plataforma
diseñada exclusivamente por VW y Ford Motor para diferentes vehículos
eléctricos.
London Electric Vehicle
Company, empresa
que fabrica los icónicos taxis negros (Black cabs) de Londres.
La introducción de autos eléctricos implica un
cambio de paradigma en la industria automotriz tradicional. Ello significa
también una reformulación de materiales en función de la prestación y de muchos
otros factores que hacen a la construcción y precio de un vehículo eléctrico.
Es muy probable que la disyuntiva no sea
un material u otro si no, la combinación de los mismos incluida la fibra de
carbono.
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