Las baterías del «millón de millas» de Tesla. Un sistema que podría durar décadas
Tesla lleva ya un tiempo trabajando en la creación de sus propias celdas de batería, un movimiento que le permitirá aumentar la ya de por sí abultada brecha que la separa actualmente de otros fabricantes de coches eléctricos. Así, la compañía pasará a controlar por completo el proceso productivo del elemento más importante de este tipo de vehículos, encargándose de la fabricación de las celdas, de los módulos (los cuales podrían desaparecer en su próxima generación de baterías), del empaquetado y de toda la electrónica de gestión.
Una de las características más interesantes de las celdas de Tesla, que se están desarrollando bajo el proyecto «Roadrunner», es su alargada vida útil: de acuerdo con Elon Musk, director ejecutivo de la compañía, podrán aguantar un total de 1,6 millones de kilómetros de uso, lo que en la práctica supondrá exceder de forma muy notable la vida útil del propio coche.
Estas baterías están siendo desarrolladas por el equipo de Jeff Dahn, un experto que actualmente está trabajando para Tesla. Las primeras pruebas de los investigadores se realizaron con celdas dotadas de un cátodo NMC 532 de «cristal único» y un electrolito con doble aditivo patentado por la propia marca. Con esta tecnología lograron una vida útil de unos 4.000 ciclos, mejorando sustancialmente la media de las actuales baterías de iones de litio disponibles en el mercado.
Ahora, y basándose en la investigación anterior, Dahn y sus estudiantes Yulong Liu y Jessie Harlow han publicado un trabajo en el que muestran que han sido capaces de lograr unos resultados de durabilidad similares con químicas NMC 622 y NMC 811, las cuales reducen el uso de cobalto y permiten lograr una densidad energética todavía mayor que la de las celdas anteriores. Los resultados, descritos como «excepcionales», muestran una elevada vida útil manteniendo un rendimiento sólido en todo momento.
El menor uso de cobalto también permitirá a Tesla rebajar los costes de producción de las celdas, algo que será de vital importancia de cara a lograr un precio inferior a los 100 dólares el kWh, meta que se ha propuesto alcanzar la compañía para poder ofrecer coches eléctricos al mismo precio que los térmicos.
Sin duda el apartado más interesante es que los analistas indican que esta tecnología ya está en una avanzada fase de desarrollo, y su puesta de largo comercial arrancaría en 2021. Algo que daría de nuevo a Tesla una importante ventaja competitiva frente a otros grupos, como General Motors, que también trabaja en su propia batería del millón de millas, pero que necesitará al menos dos o tres años más que Tesla para llegar al mercado.
El resultado sin duda será un golpe mortal al coche con motor de combustión, que en pocos meses verán como llegan al mercado nuevas baterías de diferentes fabricantes, que aumentarán su densidad energética, dispararán su vida útil, y además todo con una reducción de precio gracias a factores como el incremento de la capacidad de producción y la eliminación o reducción de componentes como el cobalto.
Fuente: https://forococheselectricos.com/
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