Día de la tierra, se habla mucho y se hace relativamente poco………
El Día de la Tierra, oficialmente Día Internacional de la Madre Tierra, es un día celebrado en muchos países el 22 de Abril, días atrás fue uno de ellos.
El festejo se debe a que en 1970 surgió un movimiento ambientalista que convocó a 20 millones de norteamericanos que salieron a las calles a manifestarse por un medio ambiente más saludable, a partir de esa fecha, cada año se festeja el Día Mundial de la Tierra.
Durante las celebraciones del vigésimo aniversario del Día de la Tierra en 1990, mucha gente manifestó su compromiso de promover la armonía entre la naturaleza y la tierra.
En Francia, los participantes formaron una cadena humana a lo largo del Río Loira, alcanzando unos 800 km de longitud, con el propósito de honrar uno de los últimos ríos limpios de Europa.
En Asia, montañistas chinos, soviéticos y estadounidenses formaron un equipo para recolectar basura dejada en el Monte Everest por anteriores expediciones, reuniendo más de dos toneladas.
Unas cinco mil personas en Italia bloquearon carreteras, como protesta por la contaminación producida por los automóviles. (más de 1/3 de los gases de efecto invernadero GEI, son provocados en el mundo por los motores de combustión interna)
En Haití se declaró oficialmente al Día de la Tierra como un feriado nacional.
Alrededor de 10000 estudiantes participaron en una campaña de limpieza en Jordania.
Cerca de 35000 ambientalistas japoneses se reunieron en la Isla de los Sueños, (una isla artificial, ubicada en la Bahía de Tokio, construida con basura) con el propósito de establecer un centro de reciclaje temporal.
Lo cierto es que hoy 50 años después de tan loable iniciativa las cosas están mucho peor. En principio se podría decir, sin temor a equivocación, que se habla mucho con muy buenas intenciones en el mejor de los casos. Pero la realidad, muy dura por cierto, es que lo que transforma o corrige los errores son los hechos. Hechos que detienen lo que hace daño a vos, a mí, los animales, las plantas, es decir a todo ser vivo sobre esta nave espacial que circunda el universo llamada Tierra. Hechos, no palabras!
Hay una particularidad, la destrucción es lenta, a pesar de todo la naturaleza trata de sobrevivir como puede pero el empecinamiento humano mayoritario hace caso omiso a las diferentes señales que esta nos envía.
Cualquier excusa justifica la destrucción sistemática, llevándose todas los honores el gran señor poderoso “Don Dinero”. Cuando los suelos estén exhaustos de ser llevados permanentemente al límite, además de intoxicarlo, como así también el aire; va ser muy difícil comer dinero (papel) o respirarlo.
Los países convocan a la cumbre del clima para prometerse cosas que no luego no cumplen. No predican con el ejemplo. Por el contario, en sus territorios quizás son relativamente cuidadosos pero envían sus fábricas e intervenciones a otras latitudes, como por ejemplo, sud américa, oriente o Africa. Como si hubiera una separación física impenetrable entre regiones del mundo.
Quien se detiene a pensar el mundo que le dejan a sus hijos y descendientes, si nuestra generación ve a diario pruebas concretas de cómo ha mutado el clima desde cuando éramos niños. Que se puede esperar a este ritmo para no más de 50 años.
Se podría escribir mucho más al respecto señalando hechos concretos de destrucción ambiental pero estoy convencido que la necedad y/o la hipocresía es un virus mucho más potente que el Covid-19 porque viene mutando desde hace siglos (quizás milenios).
Su vacuna está dentro del ser humano y todo indica que no hay interés en inmunizarnos.
Solo seguimos hablando…………………esperando el milagro!
Ing. Ricardo Berizzo
Cátedra: Movilidad Eléctrica
U.T.N. Regional Rosario 2021.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario