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jueves, 24 de marzo de 2022

Australia prepara la batería de respaldo más grande del hemisferio sur con 1.4 GWh de capacidad

 

Australia prepara la batería de respaldo más grande del hemisferio sur con 1.4 GWh de capacidad

Las baterías de respaldo de la red eléctrica se están convirtiendo en una poderosa herramienta para entre otras cosas, poder dar estabilidad a la red y para sacar el máximo partido de las energías renovables. Algo que en lugares como Australia, con graves problemas en su red de distribución, han comprobado y donde se han lanzado de cabeza a su adopción de forma masiva.

En España, por ejemplo, se puso en marcha una batería de 1.7 MWh en la ciudad autónoma de Melilla, o como el mayor proyecto dentro de nuestro país llegará a los 20 MWh en un proyecto de Iberdrola en Puertollano, Ciudad Real.

 

En Australia ya están manejando cifras de otras dimensiones. Por ejemplo, el gobierno de Nueva Gales del Sur anunció esta mañana los planes para levantar una mega instalación denominada Waratah Super Battery, que llegará a los 700 MW de potencia de salida y una capacidad de 1400 MWh. Esto son 70 veces el mayor proyecto de nuestro país.

Una de las primeras consecuencias del inicio de este proyecto será el adelantamiento del cierre de una central de carbón de 2.880 MW en 2025. Una cifra que supone adelantar en siete años su clausura.

Un cierre que desde las administraciones se ha indicado que podría causar problemas en la red, y donde esperan que la apertura de la instalación de baterías de Waratah ayude a liberar la capacidad de la red y asegurar el futuro energético del estado.

Y es que esta instalación jugará un papel clave no sólo en el almacenamiento de excedentes de las instalaciones renovables. Su utilidad irá mucho más allá y por ejemplo, ayudará a que las líneas eléctricas puedan operar a mayor capacidad. Una capacidad actualmente muy limitada por no contar con un elemento que pueda amortiguar un impacto imprevisto, como una subida de tensión de un incendio forestal o un rayo.

 

La nueva batería permitirá liberar esta capacidad de transmisión de reserva y utilizarla para transferir energía de forma segura a los clientes. Un trabajo como ‘amortiguador’ para la red eléctrica, que supondrá el absorber cualquier subida de tensión, manteniendo el sistema de transmisión dentro de sus límites técnicos si se produce un problema energético.

El resultado será que esta batería permitirá que fluya más energía a través de la red, desbloqueando este exceso de capacidad y proporcionando a los consumidores un suministro de energía estable, y además lograrlo de una forma rápida, limpia y sostenible, sin tener que echar mano del carbón o el gas.

Otro punto favorable para esta tecnología es la extrema velocidad de su instalación y puesto en funcionamiento. Todavía en fase de estudio previo y búsqueda de financiación, se espera que los trabajos empiecen a principios del próximo año, y su activación se realice según sus promotores «mucho antes de 2025». En total menos de 24 meses desde el inicio de los trabajos hasta su puesta en marcha.

 

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