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lunes, 19 de febrero de 2024

Primera central hidroeléctrica de Argentina

 

Primera central hidroeléctrica de Argentina

 En 1882 comenzó a funcionar la primera central hidroeléctrica del mundo sobre el rio Fox  en Appleton (Wisconsin), Estados Unidos. Tan solo nueve años después (1891), en la localidad de Casa Bamba ubicada en el Departamento Colón de la provincia de Córdoba, Joseph Oulton aprovechó la llegada del tren de las sierras a la zona para solicitar permiso para la construcción de una usina eléctrica, perforando un túnel de 82 metros en la montaña que permita desviar el curso del rio Suquía y aprovechar una caída de 31 metros para generar electricidad. Inaugurada en 1897, fue la primera central hidroeléctrica de Argentina destinada al servicio público de generación eléctrica.

     


El lugar había sido elegido por Oulton, quien se había percatado de la particular curva, que el río describe en el lugar un extenso arco de unos 3,5 kilómetros de recorrido, que casi se cierra sobre sí mismo. Al completar la curva,  la distancia entre ambas partes del cauce es de apenas 100 metros, pero con una diferencia de altitud de más de 30 metros. Se trataba de un lugar ideal para una central hidroeléctrica: alcanza con desviar el agua del río unos 80 metros a través de la montaña para aprovechar el desnivel. Para lograrlo, al comenzar la curva se construyó un pequeño murallón de piedra de 30 metros de longitud y cuatro de altura para embalsar el río. Desde allí, y mediante un túnel excavado en la roca, el agua se derivaba hacia la usina,  donde era turbinada para generar electricidad. 


 La central Bamba fue posible por la construcción del viejo dique San Roque, proyectado por el Ingeniero Casaffousth, que logró el control y la regularización de las aguas del Río Suquía. Esta usina, constituye el primer eslabón del complejo energético de las usinas del Suquía, con la Central Molet y La Calera, y que se completó con la Central San Roque (1959).

 

Datos técnicos

La usina recibía el agua del dique construido río arriba a través de un túnel de 84 metros de longitud excavado en la piedra que atraviesa la sierra. Este túnel desemboca en una cámara de carga de la que parten tres cañerías de presión que tienen una caída de agua de 30,8 metros de altura. 


 Las cañerías alimentaban tres grupos generadores de 760 kW. Cada uno de los tres grupos contaba con una turbina Escher Wyss, de origen suizo, tipo Francis a eje horizontal con rotor de doble espiral acopladas a un generador British Thomson Houston, que juntos entregaban una potencia de 2.28 megavatios.


 El nivel del agua se regulaba con 3 compuertas en la cámara de carga, accionadas en forma manual, y una compuerta a la entrada del túnel. El muro de contención del dique, tiene 19 m. de largo y posee una compuerta como las anteriores.

Los canales de descarga de las turbinas, en parte, están formados por túneles que cruzan la ruta y descargan en el río. La central disponía de un tablero dividido en siete compartimientos y celdas que permitía controlar mediante interruptores, la marcha de los equipos, los transformadores y la línea de 1.100 voltios que unía Bamba con la ciudad de Córdoba.

Sin duda la usina Bamba significó, un fenómeno importante en la vida de los cordobeses, donde la iluminación se realizaba mayormente con lámparas de aceite o gas carburo y el transporte era a “tracción a sangre”. Ya existía un incipiente servicio eléctrico, con Bamba y con las usinas que le siguieron - Molet y La Calera-, Córdoba comenzó a despegar al ritmo de la energía eléctrica.

 

Usina Molet

Si continuamos remontando el rio, arribaremos al Museo de la Electricidad de la Empresa Provincial de  Energía de Córdoba (Epec), anteriormente Usina Molet. El cual conserva aún su propio embalse y fue construida con el objetivo de generar electricidad para alimentar una fábrica de carburo de calcio, compuesto muy difundido a principios del siglo veinte para la iluminación urbana. Para producir carburo de calcio se necesitan poderosos arcos voltaicos. En las lámparas callejeras de la época, el carburo de calcio de disponía en un depósito sobre el que se hacía gotear agua.  La reacción química que se produce genera gas acetileno que, al entrar en combustión, produce una luz vívida y blanquecina, que iluminó las noches de  Córdoba, hasta que se extendieron las redes eléctricas. La usina Molet entró en servicio en 1902. 

En el inicio, la Compañía Molet de Carburo de Calcio instaló un generador de origen alemán Siemens Shuckert junto con una turbina Amme Giese & Kone Gen. Posteriormente, cuando la empresa es vendida en 1909 a la Cía. General de Electricidad, ésta resuelve la ampliación (1912) de la central incorporando dos generadores Brown Boveri  con sus correspondientes turbinas Escher Wyss, todo de fabricación suiza.

Hoy en día la usina se convirtió en el Museo Usina Molet el cual es un espacio cultural y de recreación que habla sobre la historia de la electricidad y sobre los fenómenos eléctricos, su medición y trasformación. Se propone  un recorrido didáctico que permite estudiar el pasado, reconocer el presente e imaginar el futuro de la electricidad.


 El conjunto se mantuvo en servicio hasta el año 1959, momento en que tanto la generación de Molet como la de Bamba son reemplazadas por los 24 megavatios provistos por las cuatro máquinas de la Central San Roque. Quienes tuvimos el gusto de conocer este museo electrotécnico no podemos  menos que agradecer  a quienes tuvieron la visión de reconstruirlo y  recomendarlo fervientemente.

 

Usina La calera

Construida en el año 1910 por la Cía. Luz y Fuerza de Córdoba (Córdoba Light and Power Co.) e inaugurada en 1911, por mucho tiempo constituyó la principal explotación hidráulica de la provincia superada recién con la instalación de la Central Embalse, sobre el río Tercero. Su potencia es de 4.000 kW con 4 generadores iguales de 60 Hz marca Dick Kerr acompañados de 4 turbinas tipo Francis marca Escher Wyss. Cuenta con un pequeño embalse tipo compensador (El Diquecito, Ruta E55 km 13) que le posibilita trabajar como central de base (todo el día), aprovechando un caudal de 4,35 m3/seg., con una caída de 41,60 metros.

 

Es una de las usinas hidráulicas en actividad más antiguas del mundo. Las centrales La Calera y San Roque permiten aprovechar por completo el potencial hidroeléctrico del río Suquía; luego, el agua es tomada por la empresa Aguas Cordobesas para su potabilización y uso en la ciudad del Córdoba.

 

Fuentes:

https://www.epec.com.ar/molet/historia

https://es.wikipedia.org/wiki/Casa_Bamba

https://unciencia.unc.edu.ar/

https://conectadosepec.wordpress.com/

 

 

Ricardo Berizzo

Ingeniero Electricista                                                                   2024.-

 

 

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