El coche eléctrico de Rolls Royce tendrá más de 500 kilómetros de autonomía
Rolls Royce es la marca de lujo por excelencia. Sus modelos son codiciados por altos mandatarios, artistas multimillonarios y empresarios de éxito. La marca, perteneciente a BMW, se jacta de poseer algunos de los coches más avanzados de la industria, con modelos como el Phantom VIII y el Ghost. Curiosamente, todos sus vehículos equipan potentes motores de gasolina V12 sin ningún tipo de electrificación.
Ya en 2012 Rolls Royce presentó un prototipo basado en el anterior Phantom VII llamado EX 102, que disponía de una mecánica 100% eléctrica y una autonomía que rondaba los 200 km. Sus clientes no se mostraron especialmente interesados en un modelo con tan poca autonomía, y el proyecto quedó aparcado.
En 2016 la marca británica reconsideró el desarrollo de un modelo 100% eléctrico con el lanzamiento del prototipo Vision 100 (conocido internamiente como 103EX). Este futurista modelo exploraba también la posibilidad de que Rolls dispusiera de un modelo autónomo (el concept era sobre el papel un coche autónomo de nivel 5, pues carecía de puesto de conducción).
Sin embargo, Rolls ya ha confirmado que no tendrán un coche completamente autónomo hasta dentro de 10/15 años.
Pero un Rolls Royce eléctrico es otro cantar. Peter Schwarzenbauer, responsable de la marca, ya ha confirmado que la empresa está desarrollando un vehículo eléctrico. No especifica en qué año llegará, pero lo que sí nos anuncia es que no habrá soluciones intermedias como puedan ser híbridos o híbridos enchufables.
Se basará en la misma plataforma de aluminio que montan el Phantom VIII y el futuro SUV de la marca, si bien estará modificada de forma muy profunda, pues no fue diseñada originalmente para albergar baterías. La nueva plataforma resultante será exclusiva de los modelos eléctricos de Rolls Royce, por lo que no será compartida con BMW.
A nivel estético el modelo seguirá reconociéndose como un Rolls Royce, si bien ciertos aspectos serán modificados y modernizados. El ejemplo más claro lo tendremos en la parrilla Pantheon que llevan montando todos los modelos de la marca desde que fue fundada. Dicho elemento característico sufrirá una evolución para adaptarse a los nuevos tiempos.
Rolls Royce se toma muy en serio las peticiones de sus clientes, por lo que les han preguntado qué le pedirían a un coche eléctrico de la marca. Una de las peticiones más claras ha sido la de que tenga como mínimo 500 km o 600 km de autonomía. Teniendo en cuenta que el Phantom VIII mide más de 5,7 metros de largo, la marca no debería tener problemas en instalar un gigantesco pack de baterías para poder superar dicha autonomía. Además, es más que probable que utilicen la tecnología de electrolito sólido de BMW.
Fuente | Outlook India
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