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sábado, 2 de mayo de 2020

Año 1990: Mercedes-Benz 190 eléctrico

Año 1990: Mercedes-Benz 190 eléctrico

En mayo de 1990 Mercedes-Benz exhibió un modelo 190 (W 201) transformado en vehículo eléctrico en la sección de innovación en la Feria de Hannover. “De esta manera, el Mercedes 190, que en términos de longitud y peso se acerca más a los requisitos de un vehículo eléctrico, es un vehículo a baterías de prueba ideal. El objetivo principal es evaluar la idoneidad funcional de todos los componentes en situaciones reales con todas las vibraciones, aceleraciones y fluctuaciones de temperatura experimentadas en el funcionamiento diario», explicaba el folleto publicado en ese momento.
Los 190 eléctricos se usaron para probar diferentes configuraciones y sistemas de baterías. Los dispositivos de almacenamiento de energía probados fueron principalmente baterías de cloruro de sodio-níquel o de sodio-azufre que tenían una densidad de energía significativamente mayor que las baterías de plomo clásicas. Sin embargo, la temperatura de trabajo de ambos sistemas fue de alrededor de 300 grados centígrados.
Hubo un cambio considerable en poco menos de un año. En marzo de 1991 Mercedes-Benz mostró un vehículo más avanzado en el Salón del Automóvil de Ginebra. El dosier de prensa explicaba el 190 con propulsión eléctrica en detalle, resaltando dos beneficios importantes: «El automóvil sigue siendo un vehículo de cinco plazas con espacio efectivo casi sin cambios y con características de seguridad de Mercedes-Benz probadas».
 

Cada rueda trasera del vehículo presentado en Ginebra contaba con su propio motor de CC alimentado por imanes permanentes con una potencia máxima de 16 kW (22 CV) cada uno, por lo que la potencia total era de 32 kW (44 CV). La energía se suministraba por una batería de cloruro de sodio y níquel, de la que no indican capacidad, y contaba con frenada regenerativa.
Una ventaja particular del concepto fue la eliminación de componentes mecánicos pesados, por lo que el peso adicional en comparación con un vehículo de producción en serie con motor de combustión era sólo de 200 kilogramos.
El interés en vehículos eléctricos experimentó un repunte en ese momento como resultado de las leyes aprobadas en California, por ejemplo, para introducir vehículos de cero emisiones. Mercedes-Benz no fue el único fabricante en tomar medidas esta dirección.
 
 Proyectos como el 190 eléctrico han ayudado para proporcionar algunas de las respuestas necesarias para el desarrollo de la gama actual de unas marcas que apuestan esta vez si por esta tecnología, y que incluso como es el caso de Mercedes, ha podido aprovechar los conocimientos de algunos de los técnicos que participaron en el desarrollo de los 190, para aplicarlo en la nueva generación.

 Fuente | Mercedes

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