El
transporte eléctrico y los campos electromagnéticos
Un
campo electromagnético originado por la energía eléctrica se caracteriza
mediante su frecuencia o su longitud de onda. Sus densidades de flujo se miden
en µT (microtesla) o mT (militesla). La intensidad de estos campos se describe
mediante la densidad de potencia, medida en vatios por metro cuadrado (W/m2),válido
cuando los campos E y B son
perpendiculares entre sí.
Las
redes de distribución eléctrica y los aparatos eléctricos son las fuentes más
comunes de campos eléctricos y magnéticos de baja frecuencia en el entorno
cotidiano. Las fuentes habituales de campos electromagnéticos de
radiofrecuencia son los teléfonos móviles, las antenas de radiodifusión y los
hornos de microondas, por ejemplo.
La
exposición ambiental ha aumentado de forma continua conforme la creciente
demanda de electricidad, el constante avance de las tecnologías y los cambios
en los hábitos sociales han generado más y más fuentes artificiales de campos
electromagnéticos. Los campos eléctricos de frecuencia baja influyen en el
organismo, como en cualquier otro material formado por partículas cargadas. Los
campos magnéticos de frecuencia baja inducen corrientes circulantes en el
organismo. La intensidad de estas corrientes depende de la intensidad del campo
magnético exterior. El principal efecto
biológico de los campos electromagnéticos de radiofrecuencia es el
calentamiento. Este fenómeno se utiliza en los hornos de microondas para
calentar alimentos. Los niveles de campos de radiofrecuencia a los que
normalmente estamos expuestas las personas son mucho menores que los necesarios
para producir un calentamiento significativo.
La Comisión Internacional sobre Protección de
la Radiación No Ionizante (International Commission on Non-Ionizing Radiation
Protection/ ICNIRP) y el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos
(Institute of Electrical and Electronic Engineers /IEEE) desarrollaron, en 1998
y en 2005, respectivamente, pautas internacionales de exposición destinadas a
brindar protección contra los efectos establecidos de los campos de
radiofrecuencia.
La
Oficina federal alemana de seguridad radiológica (Bundesamt für Strahlenschutz,
BfS) midió recientemente la exposición diaria a campos magnéticos de unas 2000
personas con diversas ocupaciones y grados de exposición en lugares públicos.
Los niveles de exposición medidos presentaron una gran variación, pero la
exposición media diaria fue de 0,10 µT. Este valor es mil veces menor que el
límite establecido para la población de 100 µT y 200 veces menor que el límite
de exposición para trabajadores de 500 µT. NOTA: en nuestro país la exposición poblacional
es 25 micrtoteslas máximo para campo de corriente alterna.
Transporte eléctrico
Una
de las principales preocupaciones de los que se acercan por primera vez a un
coche eléctrico, es el posible efecto de tener una enorme batería situada bajo
sus pies. La radiación electromagnética de esta y del motor eléctrico, ha sido
uno de los argumentos de los menos informados contra el coche eléctrico.
Un
estudio realizado por EM Safety (https://www.sintef.no), ha determinado que los
niveles de exposición de los pasajeros de coches eléctricos es muy baja.
Según
las conclusiones de este estudio, los niveles electromagnéticos a los que están
sometidos los pasajeros de los coches eléctricos, están incluso por debajo de
los mínimos recomendados por la organización. El nivel de exposición obtenida
en siete coches eléctricos diferentes es un 20%, del Máximo de Exposición
Permitido Poblacional (MEP), según el sistema de medición de la ICNIRP
(International Commission on Non-Ionizing Radiation Protection. (La legislación en nuestro país toma las
recomendaciones del ICNIRP pero es más restrictivo. La legislación argentina
adopta los valores recomendados y publicado son los estándares de exposición a
campos de Portela y otras autoridades en la materia)
Por
comparar esta cifra, un coche con motor térmico ha obtenido bajo el mismo
sistema de medición un 10%. Por su parte la medición a la altura de la cabeza,
una de las zonas más sensibles, apenas han obtenido un 2%.
Estas
radiaciones se han situado principalmente en los bajos del vehículo, donde está
situada habitualmente la batería, y el pico se ha notado en el momento de
arrancar el coche.
Otro
de los objetivos de este estudio, es lograr crear un sistema de medición de los
campos electromagnéticos estandarizado. Una fórmula que permitirá a los
diferentes organismos poder realizar sus mediciones con mayor precisión, y
poder ofrecer una información lo más precisa a los consumidores de autos
eléctricos.
En
el caso de otros tipos de transporte, por ejemplo, los ferrocarriles se
alimentan a través de una línea denominada catenaria que conduce energía
eléctrica a las locomotoras u otro material motor. Las tensiones de
alimentación más comunes van desde 600 V a 3 kV en corriente continua, o entre
15 y 25 kV en corriente alterna. La mayor parte de las instalaciones funcionan
con corriente continua o alterna monofásica.
En
las líneas aéreas, el polo positivo de la instalación es la catenaria y el
negativo son la vía sobre las que circula el tren. Una excepción a esta norma
son las líneas aéreas de contacto para trolebuses, donde al no existir vías, la
corriente de retorno circula hacia la subestación por un segundo cable paralelo
al primero y en contacto con el vehículo por un segundo trole. La línea de alimentación del tranvía consiste en un hilo de contacto
suspendido en apoyos consecutivos sobre la vía y sobre esta cierra el circuito
eléctrico.
En
trenes de larga distancia que tienen una
locomotora eléctrica de tracción
la principal fuente a la que se exponen los pasajeros es la fuente de
alimentación aérea eléctrica. En los vagones de pasajeros pueden existir campos magnéticos de varios
cientos de µT cerca del suelo y de intensidades inferiores (decenas de µT) en
otras partes del compartimiento.
Las
personas que viven en las inmediaciones de vías de ferrocarril pueden estar
expuestas a campos magnéticos generados por la fuente de suministro eléctrico
situada encima de las vías; pueden ser
similares a los campos producidos por las líneas de conducción eléctrica de
alta tensión.
En
trenes con motores en cada coche, trolebuses o tranvías los equipos de
tracción están ubicados bajo el piso. A nivel del piso,
las intensidades de los campos magnéticos pueden alcanzar niveles de hasta
decenas de µT en las partes del suelo situadas justamente encima de motor. La
intensidad del campo disminuye drásticamente con la distancia de separación al
suelo, de manera que la exposición a los pasajeros es mucho menor.
En
conclusión, el transporte eléctrico emite radiaciones por debajo de los límites
permitidos para el cuidado de la salud, y
hay organismos en países donde está desarrollado este tipo de transporte
que permanentemente están monitoreando tal situación.
Agradecimiento, por su aporte,
al Ing. Juan Fernández U.T.N. Regional Santa Fé
Ing,
Ricardo Berizzo
Movilidad
Eléctrica U.-T.N. Regional Rosario
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