Los sistemas V2G retornan mucho dinero al año a los propietarios de un coche eléctrico
Los sistemas V2G explicado de una forma rápida, son una tecnología que convierte a un coche eléctrico estacionado y conectado a un punto de recarga inteligente en un acumulador de energía a disposición de la red eléctrica. Esta podrá tanto inyectar energía en la batería del coche, como coger una parte cuando le haga falta. Un sistema que permitirá en el futuro optimizar las redes eléctricas eliminado o minimizando los problemas de picos de demanda o la intermitencia de las energías renovables.
Para algunos expertos será un elemento fundamental para lograr que en el futuro los millones de coches eléctricos que se conecten a la red cada día no sean un problema, sino una ventaja para las propias redes de distribución de electricidad.
Uno de los fabricantes que está experimentando con esta tecnología es Nissan. De la mano de la eléctrica Enel han puesto en marcha una iniciativa experimental en Dinamarca. Allí los usuarios pueden conectar sus coches a los puntos inteligente que se encargan de gestionar tanto la carga, como la entrada y salida de electricidad.
Esto supone que para la mayor parte de los usuarios, no sólo logran recuperar el coste de la electricidad que utilizan cada mes para moverse, sino que incluso están logrando pequeños beneficios. Algo que traducido significa que a cambio de ceder nuestra batería en determinados momentos, podremos movernos gratis con nuestro eléctrico. Incluso sacaremos algo de dinero para ayudar a pagar gastos como el seguro.
La clave del sistema para Nissan es la escala de su aplicación. Según Francisco Carranza, director de servicios de energía de Nissan en Europa “El formato es factible. Sólo es cuestión de encontrar el modelo de negocio apropiado para desplegarlo a gran escala“.
Por supuesto siempre habrá quién diga que también está el tema del desgaste de la batería al estar realizando ciclos de carga y descarga constantemente. La cuestión es que el objetivo es lograr que cientos de miles o millones de coches se conecten el día de mañana mediante esta tecnología, y de esa forma hacer que la necesidad de kWh por coche sea muy pequeña. Algo que sumado al crecimiento de las capacidades de dichas baterías provocará que el impacto en esta provocado por el intercambio de electricidad sea una parte casi residual.
Además si nos están pagando por el uso, también nos están ayudando a financiar la futura batería o nuestro próximo coche.
Fuente: Nisssan
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