El Parlamento Europeo endurece los objetivos de emisiones y refuerza su apoyo al coche eléctrico
El Parlamento Europeo ha aprobado hoy por mayoría un endurecimiento de los límites de emisiones
que se impondrán a los fabricantes de automóviles en el futuro: un
total de 389 eurodiputados votaron a favor (frente a 239 que votaron en
contra) de reducir las emisiones de los automóviles nuevos en un 40%
para el año 2030, partiendo de los nuevos límites que entrarán en vigor
en 2021.
Recordemos que para 2021, el promedio de las emisiones de los distintos fabricantes deberá ser de menos de 95 gramos de dióxido de carbono por kilómetro, por lo que para 2030 el objetivo será de 57 gramos por kilómetro. Una cifra a priori muy ambiciosa que no dejará otro remedio a los fabricantes que apostar por el coche eléctrico, la única vía eficaz para conseguir rebajar tanto el promedio de emisiones.
Así, este endurecimiento respecto a la propuesta de la Comisión Europea (una reducción del 30% para 2030) acercará a la Unión Europea a los objetivos de emisiones establecidos en el Acuerdo de París. Todos aquellos fabricantes que no cumplan con estos objetivos serán castigados con elevadas multas que además serán proporcionales a lo lejos que se queden de los objetivos propuestos.
Por otro lado, los eurodiputados también han aprobado una serie de normativas para que los coches eléctricos y los de bajas emisiones (entendemos que híbridos enchufables) representen al menos el 20% de las ventas de coches y furgonetas nuevos para el año 2025, y el 35% para 2030. Además, a partir de 2025 los fabricantes tendrán que informar del ciclo de vida de las emisiones de dióxido de carbono de sus automóviles utilizando una metodología común para que los compradores conozcan el impacto medioambiental de su compra.
La eurodiputada de Malta Miriam Dalli declara que este proyecto de ley envía una clara señal a los fabricantes de automóviles sobre los cambios que se avecinan en la industria: “Esta legislación va más allá de reducir las emisiones nocivas y proteger el medio ambiente. Se trata de establecer los incentivos adecuados para los fabricantes, fomenta la inversión en la infraestructura, y propone una transición justa para los trabajadores”.
Ahora, esta batería de medidas tendrá que ser estudiada por los diferentes ministros de la Unión Europea, para después proceder a las negociaciones entre la Comisión, el Parlamento y el Consejo (conocido como el “Trilogue”) que permitirán finalizar esta nueva legislación. Sin lugar a dudas, estos ambiciosos objetivos servirán para aumentar la competitividad de la industria europea, así como para acelerar la implantación del coche eléctrico en el continente (según un estudio, el 40% de los europeos se están planteando un coche eléctrico como su próximo vehículo).
Fuente | Business Green
Recordemos que para 2021, el promedio de las emisiones de los distintos fabricantes deberá ser de menos de 95 gramos de dióxido de carbono por kilómetro, por lo que para 2030 el objetivo será de 57 gramos por kilómetro. Una cifra a priori muy ambiciosa que no dejará otro remedio a los fabricantes que apostar por el coche eléctrico, la única vía eficaz para conseguir rebajar tanto el promedio de emisiones.
Así, este endurecimiento respecto a la propuesta de la Comisión Europea (una reducción del 30% para 2030) acercará a la Unión Europea a los objetivos de emisiones establecidos en el Acuerdo de París. Todos aquellos fabricantes que no cumplan con estos objetivos serán castigados con elevadas multas que además serán proporcionales a lo lejos que se queden de los objetivos propuestos.
Por otro lado, los eurodiputados también han aprobado una serie de normativas para que los coches eléctricos y los de bajas emisiones (entendemos que híbridos enchufables) representen al menos el 20% de las ventas de coches y furgonetas nuevos para el año 2025, y el 35% para 2030. Además, a partir de 2025 los fabricantes tendrán que informar del ciclo de vida de las emisiones de dióxido de carbono de sus automóviles utilizando una metodología común para que los compradores conozcan el impacto medioambiental de su compra.
La eurodiputada de Malta Miriam Dalli declara que este proyecto de ley envía una clara señal a los fabricantes de automóviles sobre los cambios que se avecinan en la industria: “Esta legislación va más allá de reducir las emisiones nocivas y proteger el medio ambiente. Se trata de establecer los incentivos adecuados para los fabricantes, fomenta la inversión en la infraestructura, y propone una transición justa para los trabajadores”.
Ahora, esta batería de medidas tendrá que ser estudiada por los diferentes ministros de la Unión Europea, para después proceder a las negociaciones entre la Comisión, el Parlamento y el Consejo (conocido como el “Trilogue”) que permitirán finalizar esta nueva legislación. Sin lugar a dudas, estos ambiciosos objetivos servirán para aumentar la competitividad de la industria europea, así como para acelerar la implantación del coche eléctrico en el continente (según un estudio, el 40% de los europeos se están planteando un coche eléctrico como su próximo vehículo).
Fuente | Business Green
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