El 76% de los puntos de carga de Europa se localizan en cuatro países
Actualmente, la Unión Europea está viviendo un periodo de expansión de las redes de carga para coches eléctricos
sin precedentes, siendo la principal protagonista la red IONITY, detrás
de la cual hay empresas tan poderosas como el grupo Volkswagen
(incluyendo sus divisiones Audi y Porsche), Ford o Shell.
Esta iniciativa busca crear la infraestructura necesaria para que los conductores europeos puedan viajar a lo largo y ancho del viejo continente con sus coches eléctricos. Para ello están apostando por crear electrolineras dotadas de puntos de carga ultra-rápida: si bien actualmente son de 150 kW (es decir, carga súper-rápida), dentro de poco serán actualizados a 350 kW.
De acuerdo con un informe realizado por el Parlamento Europeo, los problemas de infraestructura a día de hoy dificultarían enormemente poder alcanzar los ambiciosos objetivos de emisiones que la Unión se ha propuesto lograr para el año 2030 (una reducción del 35% respecto a los ya estrictos límites que se aprobarán en 2021).
Teniendo en cuenta que los motores de combustión tienen un margen de mejora relativamente limitado,
el poder alcanzar esta reducción en las emisiones depende en gran
medida de las ventas de coches eléctricos, los cuales debido entre otras
cosas a la escasa infraestructura existente todavía no consiguen
despegar.
De acuerdo con un estudio del ACEA, el 76% de los puntos de carga de la Unión Europea se concentran en cuatro países: Países Bajos, Alemania, Francia y Reino Unido. Por ejemplo, Rumanía cuenta con apenas 114 puntos de carga; o lo que es lo mismo, el 0,1% del total de la Unión Europea. Allí, los coches eléctricos suponen apenas el 0,2% de las ventas totales.
“Los 28 estados miembros deben intensificar urgentemente sus esfuerzos para garantizar una red de recarga de combustible en toda la Unión Europea. Sin esto, los consumidores nunca se convencerán de hacer el cambio a automóviles eléctricos a gran escala“, declara el secretario general de ACEA, Erik Jonnaert.
“Necesitamos poder mostrar a nuestros clientes que la disponibilidad de infraestructura coincide con sus expectativas para poder viajar sin ansiedad. Dos cosas están muy claras. Las futuras reducciones de dióxido de carbono dependen de las mayores ventas de vehículos eléctricos, y las mayores ventas de vehículos eléctricos dependen de una densa red de infraestructura de carga. Por lo tanto, la legislación debe establecer un vínculo entre estos dos elementos”.
En este contexto, toma especial importancia la red IONITY, la primera propuesta europea diseñada para cubrir no solo un país, sino todo el continente.
Fuente | ACEA
Esta iniciativa busca crear la infraestructura necesaria para que los conductores europeos puedan viajar a lo largo y ancho del viejo continente con sus coches eléctricos. Para ello están apostando por crear electrolineras dotadas de puntos de carga ultra-rápida: si bien actualmente son de 150 kW (es decir, carga súper-rápida), dentro de poco serán actualizados a 350 kW.
De acuerdo con un informe realizado por el Parlamento Europeo, los problemas de infraestructura a día de hoy dificultarían enormemente poder alcanzar los ambiciosos objetivos de emisiones que la Unión se ha propuesto lograr para el año 2030 (una reducción del 35% respecto a los ya estrictos límites que se aprobarán en 2021).
De acuerdo con un estudio del ACEA, el 76% de los puntos de carga de la Unión Europea se concentran en cuatro países: Países Bajos, Alemania, Francia y Reino Unido. Por ejemplo, Rumanía cuenta con apenas 114 puntos de carga; o lo que es lo mismo, el 0,1% del total de la Unión Europea. Allí, los coches eléctricos suponen apenas el 0,2% de las ventas totales.
“Los 28 estados miembros deben intensificar urgentemente sus esfuerzos para garantizar una red de recarga de combustible en toda la Unión Europea. Sin esto, los consumidores nunca se convencerán de hacer el cambio a automóviles eléctricos a gran escala“, declara el secretario general de ACEA, Erik Jonnaert.
“Necesitamos poder mostrar a nuestros clientes que la disponibilidad de infraestructura coincide con sus expectativas para poder viajar sin ansiedad. Dos cosas están muy claras. Las futuras reducciones de dióxido de carbono dependen de las mayores ventas de vehículos eléctricos, y las mayores ventas de vehículos eléctricos dependen de una densa red de infraestructura de carga. Por lo tanto, la legislación debe establecer un vínculo entre estos dos elementos”.
En este contexto, toma especial importancia la red IONITY, la primera propuesta europea diseñada para cubrir no solo un país, sino todo el continente.
Fuente | ACEA
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