16/11/2018: es el día “D” en Volkswagen. El consejo vota si aprobar el enorme proyecto para transformar la compañía y encaminarla hacia la era del coche eléctrico
Este viernes está marcado en rojo en el calendario de Volkswagen.
El consejo de administración del gigante alemán se reunirá para debatir
y votar si dan luz verde al enorme proyecto que quiere dar in giro
completo en un fabricante fuertemente ligado a las motorizaciones de
combustión, y dar luz verde a una nueva dirección hacia los coches eléctricos.
Sobre la mesa está el pasar de fabricar coches con más de 1.500 componentes en su motor, a uno que incluyendo la batería no llega a los 200. Algo que supondrá cambios radicales en cuanto a la forma de hacer los propios vehículos, y que afecta a la principal industria de Alemania. Un estado donde 436.000 personas trabajan de forma directa el relación con los motores diésel o gasolina.
Esto tiene especial importancia ya que los sindicatos que representan a los trabajadores controlan la mitad de los asientos del consejo, y estos no darán visto bueno a ningún movimiento que no suponga garantizar los puestos de trabajo futuros.
El consejo tendrá que aprobar un proyecto que supondrá la inversión de al menos 20.000 millones de euros en los próximos 5 años, y que les permitirá alcanzar una producción anual de entre 2 y 3 millones de unidades al año en todo el mundo para 2025.
Una vez aprobado, algo que para casi todos los expertos es seguro, el primer movimiento será la adaptación de la fábrica de Zwickau. Una importante instalación de donde salen modelos tan icónicos como el Golf, y que recibirá nuevas líneas de producción que se encargarán de los primeros miembros de la familia ID.
El consejo además tendrá que dar luz verde a las negociaciones para el importante acuerdo con Ford. Una alianza de gran calado que supondrá el compartir diferentes tecnologías, y entre ellas está la plataforma MEB, desarrollada específicamente para albergar un sistema eléctrico, y que podría licenciarse para ser usada por la marca norteamericana, una de las más retrasadas en cuanto a oferta en el sector.
Una Volkswagen que quiere convertirse en la gran referencia del sector, después de una primera fase muy tímida, y que se ha visto impulsada por culpa del escándalo de las emisiones contaminantes que ha derrumbado la demanda de coches diésel, y a lo que se suman los diferentes proyectos de las ciudades y estados de Europa que se han propuesto poner en marcha la cuenta atrás para el final del motor de combustión en sus calles.
Fuente: Reuters
Sobre la mesa está el pasar de fabricar coches con más de 1.500 componentes en su motor, a uno que incluyendo la batería no llega a los 200. Algo que supondrá cambios radicales en cuanto a la forma de hacer los propios vehículos, y que afecta a la principal industria de Alemania. Un estado donde 436.000 personas trabajan de forma directa el relación con los motores diésel o gasolina.
Esto tiene especial importancia ya que los sindicatos que representan a los trabajadores controlan la mitad de los asientos del consejo, y estos no darán visto bueno a ningún movimiento que no suponga garantizar los puestos de trabajo futuros.
El consejo tendrá que aprobar un proyecto que supondrá la inversión de al menos 20.000 millones de euros en los próximos 5 años, y que les permitirá alcanzar una producción anual de entre 2 y 3 millones de unidades al año en todo el mundo para 2025.
Una vez aprobado, algo que para casi todos los expertos es seguro, el primer movimiento será la adaptación de la fábrica de Zwickau. Una importante instalación de donde salen modelos tan icónicos como el Golf, y que recibirá nuevas líneas de producción que se encargarán de los primeros miembros de la familia ID.
El consejo además tendrá que dar luz verde a las negociaciones para el importante acuerdo con Ford. Una alianza de gran calado que supondrá el compartir diferentes tecnologías, y entre ellas está la plataforma MEB, desarrollada específicamente para albergar un sistema eléctrico, y que podría licenciarse para ser usada por la marca norteamericana, una de las más retrasadas en cuanto a oferta en el sector.
Una Volkswagen que quiere convertirse en la gran referencia del sector, después de una primera fase muy tímida, y que se ha visto impulsada por culpa del escándalo de las emisiones contaminantes que ha derrumbado la demanda de coches diésel, y a lo que se suman los diferentes proyectos de las ciudades y estados de Europa que se han propuesto poner en marcha la cuenta atrás para el final del motor de combustión en sus calles.
Fuente: Reuters
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