Industria automotriz alemana: modificación en la cantidad de empleos en los próximos 10 años debido a la electrificación
La sencillez mecánica del coche eléctrico traerá grandes desafíos para una poderosa industria automovilística acostumbrada a un siglo de producción de motores de combustión. Un cambio de paradigma que preocupa especialmente en el corazón del coche de Europa, Alemania, donde los estudios indican que la popularización de estas motorizaciones se acompañarán de una pérdida importante de empleos.Hay señales que muestran que el cambio está en marcha, y por ejemplo Continental anunció la semana pasada que cancelaría o reubicaría hasta 7,000 empleos en Alemania durante los próximos diez años por culpa de factores como la reducción de la demanda y el crecimiento de mercados como China. También se planean reducciones de costes en Daimler y BMW, así como en el proveedor Bosch, estos sin cifras oficiales todavía.
Sin embargo como en toda transformación, parte de los empleos que se pierden en un lado, se recuperarán en otro. En este caso desde el propio informe se indica que Alemania tiene potencial para recuperar unos 109.000 empleos en el sector del desarrollo y producción de sistemas eléctricos. Siempre y cuando claro, se invierta en ese sector.
De esa forma si las empresas germanas logran aprovechar las oportunidades que ofrecerán las nuevas tecnologías, podrían minimizar el impacto que tendrá la llegada del coche eléctrico. Pero está claro al menos por este estudio, que incluso en este escenario habrá impacto ya que el número de empleados en la industria automotriz en Alemania pasará de los actuales 834,000 puestos, a los 709.000 dentro de 10 años.
Desde el gobierno alemán llevan tiempo intentando empujar a sus principales marcas para buscar la diversificación, e intensificar la inversión en I+D,
así como lograr poner en marcha una industria propia de producción del
elemento clave del coche eléctrico, su batería. Pero los resortes de los
grandes grupos se han movido con extrema lentitud y les está costando
afrontar la transformación. Pero desde algunos sectores han tachado al
gobierno de vacilante y muy temeroso de molestar a la potente industria
del automóvil. No será hasta el mes de diciembre cuando se reúnan para
trazar un plan claro de futuro.
Como ejemplo el grupo Volkswagen, uno de los más avanzados entre los constructores tradicionales, que todavía tardará casi un año
en lanzar su primera propuesta diseñada específicamente desde cero para
albergar un sistema eléctrico, el ID.3, que arrancará sus entregas en
el verano de 2020. Y luego quedará la titánica tarea de crear una
familia que abarque diferentes segmentos, hasta llegar a los más
económicos. En cuanto a sus planes para fabricar baterías, también está a
la vanguardia entre sus compatriotas, pero su fábrica no arrancará la
producción hasta 2023.Opinión
Está claro que la simplicidad del coche eléctrico requiere menos trabajo respecto a un modelo de combustión, pero el paralelismo lo podemos encontrar en los teléfonos móviles, cuyo negocio va mucho más allá de las llamadas. Existe un ecosistema que puede acompañar a este tipo de vehículos, como servicios de suscripción, mejoras y actualizaciones de pago, el desarrollo de la conducción autónoma y su tecnología, incluso la venta e instalación y explotación de las redes de puntos de recarga públicos como nuevo mercado.Algo que permite a las marcas ampliar las formas de ingresos procedentes de unos vehículos que ya no necesitarán ni pasar por el taller para facilitar ingresos a las marcas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario