La Cumbre del Clima fracasa en su objetivo de regular los mercados de
carbono
El débil resultado de la COP25 agranda la
brecha entre los Gobiernos y la ciencia sobre la crisis climática
Quizás no se
podía esperar más de lo que ha salido de la Cumbre del Clima de la ONU que se
ha cerrado este domingo en Madrid con casi dos días de retraso. Los
negociadores solo han podido acordar un débil llamamiento a los países a
realizar esfuerzos más ambiciosos contra el cambio climático. Y han tenido que
aplazar de nuevo el desarrollo del artículo del Acuerdo de París referido a los
mercados de dióxido de carbono ante la imposibilidad de consensuar un texto.
Este asunto se dejará para la próxima cumbre, que se celebrará en Glasgow en
noviembre de 2020. "Es triste no haber podido llegar a un acuerdo final,
estuvimos tan cerca", ha admitido Carolina Schmidt, la ministra chilena de
Medio Ambiente que ha ostentado la presidencia de esta cumbre que, según sus
cálculos, ha sido "la más larga de la historia".
El
multilateralismo se resquebraja allá donde se mire y estas cumbres en las que
negocian casi 200 países (que tienen que ponerse unánimemente de acuerdo) son
precisamente el mayor ejemplo de multilateralismo. Las mismas presiones y
enfrentamientos entre países que se viven fuera se cuelan en las negociaciones
climáticas. "Estoy decepcionado con los resultados", ha valorado
Antònio Guterres, secretario general de la ONU. "La comunidad internacional
perdió una oportunidad importante para mostrar mayor ambición", ha
añadido. "Pero no debemos rendirnos".
Mercados de carbono
Donde ha
sido imposible cerrar cualquier acuerdo fue en el desarrollo del artículo 6 del
Acuerdo de París, el referido a los mercados de carbono. El desarrollo de estos
mecanismos de intercambio de derechos de emisiones, que permiten a países y
empresas compensar los gases de efecto invernadero que expulsan, ya se atascó
hace un año en la Cumbre del Clima que se celebró en Katowice (Polonia) y se
decidió que sería en esta COP25 donde se resolvería.
Pero las
diferencias entre los países en esta negociación han sido tan grandes que, de
nuevo, no se ha podido llegar a un pacto en Madrid. El tramo final de la
negociación lo protagonizó el enfrentamiento entre Brasil —interesado en poder
utilizar el mayor número de créditos de emisiones que ha generado desde la entrada
en vigor del Protocolo de Kioto— y la Unión Europea, preocupada por que su
mercado de derechos de emisiones se pueda ver inundado de ese tipo de créditos
si no se fijan controles estrictos.
La
presidencia de la COP25 ha admitido finalmente este domingo que los textos
presentados no tenían el "suficiente consenso" para la aprobación,
por lo que se ha acordado que se cierre en Glasgow. Prácticamente todos los
países que han tomado la palabra en el plenario final han reconocido la
"decepción" por ser incapaces de cerrar la negociación de los
mercados.
Fuente:
extracto de nota https://elpais.com
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