Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (España) confirma los planes para extender una red de ferrolineras para cargar coches eléctricos
Hace ya algo más de ocho años que se presentó un innovador sistema de recarga para coches eléctricos, que aprovechaba la energía generada durante la frenada de los trenes para alimentar una serie de puntos de recarga. Una tecnología denominada como «ferrolinera» patentada por la empresa pública española ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) que consiste en el aprovechamiento de la energía de frenado de los trenes para la recarga de vehículos eléctricos, algo que incluso permite para aumentar la eficiencia energética del sistema eléctrico ferroviario al evitar que dicha energía se pierda en las resistencias de frenado del propio tren o su transporte a la redes públicas de distribución.
Ahora la presidenta de ADIF, durante su comparecencia en la cubre del clima de Madrid, ha confirmado la decisión de comenzar los estudios para extender este sistema que de momento cuenta con dos estaciones de carga rápida, una situada en Málaga, y la otra en Santander, que se conectarán en breve a la catenaria para según ADIF, demostrar la viabilidad de una nueva tecnología que no ha sido investigada por ninguna otra entidad.
ADIF además añade que «el proyecto presenta un importante potencial de desarrollo e implantación que contribuirá a impulsar el uso del vehículo eléctrico y la mejora de la sostenibilidad medioambiental, gracias a la posibilidad de instalar puntos de carga en la red ferroviaria española, que cuenta con 13.000 km de extensión y más de 1.500 puntos susceptibles de aprovechamiento por el sistema».
Estos 1.500 puntos permitirían extender una red de carga
que usaría energía limpia y renovable, que además abre una nueva vía de
ingresos para las empresas ferroviarias que verían en el coche
eléctrico una fuente adicional utilizando una energía hasta ahora poco
aprovechada. Por supuesto hablamos de estaciones conectadas a la red,
que usarán la energía procedente de la catenaria sólo cuando esta esté
disponible. En momentos de falta de suministro, ya sea por avería o por
reparaciones, entonces el punto podrá echar mano de la energía de la red
general.
La idea de ADIF es lograr que el pasajero de sus trenes logre un impacto cero en cuanto a emisiones en sus desplazamientos,
tanto en el que le lleva hasta la estación, que se realizaría en coche
eléctrico, como el que le lleva hasta su destino. Incluso se ha pensado
en el pasajero que a diario debe dejar su coche aparcado en su jornada
laboral, y que podrá acceder a recargas lentas de hasta 8 o 12 horas. Algo que en la práctica le debería permitir encontrar su coche de nuevo cargado al volver de su trabajo.Ahora queda por ver lo más difícil, que el proyecto pase de las buenas palabras que se suelen decir en las cumbres del clima, y que no quede en papel mojado. Y es que quitando las dos estaciones ya en marcha, no hay fechas para comenzar a expandir esta interesante red de carga que sin duda daría más posibilidades a los conductores de un coche eléctrico.
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