Tel Aviv experimenta una línea de autobuses eléctricos con recarga inalámbrica en movimiento
Las ciudades siguen buscando la fórmula para electrificar sus sistemas de transporte público. Algo que les permitirá reducir las emisiones contaminantes en las zonas urbanas, y también lograr una importante rebaja de costes operativos. Dos potentes motivaciones que ha llevado a muchos ayuntamientos a probar diferentes fórmulas para ver cuál es la que mejor se adapta a sus necesidades. El último ejemplo nos llega desde Israel, donde la ciudad israelí de Tel Aviv, que ha comenzado la instalación del que será el primer carril de carga dinámico de autobuses eléctricos.
Esta iniciativa se ha puesto en marcha en colaboración con la compañía ElectReon, que ha desarrollado un sistema que permite cargar vehículos eléctricos en movimiento. Un programa piloto que supondrá instalar en una primera fase un carril de 600 metros que dará servicio a una línea de autobús de 2 kilómetros de largo.
Pero los planes de esta iniciativa es seguir ampliando este carril para aumentar las posibilidades de los autobuses, y mejorar las frecuencias de los modelos eléctricos que se ocuparán de la línea que va desde la estación de tren de la Universidad de Tel Aviv hasta la terminal Klatzkin en Ramat Aviv.
La infraestructura estará alojada bajo la carretera. Un conjunto de bobinas de cobre colocadas bajo el asfalto que se ocuparán de cargar las baterías de autobuses eléctricos especialmente adaptados para este sistema.
Entre los puntos positivos de esta tecnología está que permitirá eliminar la necesidad de poner en marcha infraestructuras de recarga en la base o durante la ruta. También la menor exposición a los elementos externos que hará más duradera su vida útil.
Entre los negativos sin duda está la cuestión del coste de instalación, que supone levantar las carreteras, y también las molestias para los residentes por culpa de unas obras que suponen cortar durante un tiempo esas vías. Queda por saber el coste económico que no ha sido desvelado.
Pero está claro que se trata de una solución que supone llevar el concepto de trolebús a un nuevo nivel, donde los autobuses podrán moverse con electricidad, pero sin los problemas del impacto visual de la catenaria y con mayor flexibilidad a la hora de variar sus rutas en caso de obras en la zona o un imprevisto.
Fuente | Electreon
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