Informe Bloomberg: la reducción del costo de las baterías revolucionará la industria del automóvil en los próximos años
Desde 2010, coincidiendo con el arranque de la primera generación de coches eléctricos de producción masiva, el precio del kWh ha bajado un 65%. Una tendencia que parece lejos de pararse, y que llevará a la industria del automóvil a su mayor transformación en 100 años.
Según un informe de la división de
energía de Bloomberg, la reducción del coste de las baterías nos llevará
a un escenario donde los costes operativos de conducir un coche sean menores. Esto tendrá un fuerte impacto en sectores como el del taxi.
Según Bloomberg, el coste del kilómetro de taxi bajará un 3.1% hasta 2025.
Una cifra que dejará el km en torno a los 2.76 dólares. Pero esto sólo
será el principio, ya que la suma de otras tecnologías, como la conducción autónoma, hará que a partir de 2025 el coste por kilómetro baje hasta los 0.67 dólares.
Otro 75% de reducción. Un escenario muy negativo para un sector que
podrá sacar beneficio de los sistemas eléctricos, pero que se encamina
irremediablemente hacia su automatización en un plazo no demasiado
largo.
Y es que la reducción de costes de las
baterías, junto con la menor dependencia de los coches eléctricos a los
talleres, está animando a los fabricantes a diversificar su negocio invirtiendo en servicios de car sharing. Como ejemplo los 11.300 millones de dólares
invertidos en servicios de coche compartido el pasado año. El doble que
en 2014, y posiblemente una parte de lo que veremos este 2016.
Unos costes del kWh que el pasado año se han situado en los 350 dólares.
Una cifra que podemos comparar con los 1.000 dólares que contaba en
2010, y que seguirá bajando en las dos próximas décadas de forma intensa
gracias a una demanda que no para de incrementarse. Como muestra la
evolución también de unas ventas que han pasado de las 52.000 unidades en 2010, a las casi 650.000 que se esperan alcanzar este año.
Todo esto a las puertas de la llegada de la segunda generación de baterías.
Una segunda generación que permitirá incrementar todavía más la
capacidad de las baterías, aumentar autonomías y reducir costes. Algo
que tendrá su impacto en ventas cada vez más intensas, pero también un
impacto en sectores como el petróleo.
Según Bloomberg, para 2040 el coche eléctrico supondrá una reducción del consumo de petróleo en torno a los 13 millones de barriles diarios.
Una cifra que superaría la producción completa del país que más
petróleo extrae en estos momentos, que según la Wikipedia es Rusia, con
10 millones de barriles por día.
La conclusión es que en los próximos 10años viviremos una verdadera transformación del sector del transporte conducido por la bajada del coste de las baterías. La electrificación conducirá un cambio radical
que traerá menores costes operativos, nuevas oportunidades de negocios,
pero también otros efectos secundarios como menor contaminación
atmosférica en las ciudades, y menor dependencia energética de países
como el nuestro.
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