Holanda. 100% coches eléctricos en 2035 y sin gas natural en 2050

Plan energético de Holanda. 100% ventas de coches eléctricos en 2035, y desconexión del gas natural en 2050

El gobierno de Holanda ha presentado un plan energético a largo plazo, donde se incluyen las medidas a tomar y los objetivos a alcanzar en los próximos 20 y 30 años. Un proyecto presentado pro el Ministro de energía holandés, que busca principalmente la reducción de emisiones tanto del transporte, como de los sistemas energéticos en las viviendas.
 El primer punto indica que en 2035 todos los coches que se vendan en el país tendrán que ser eléctricos. Eso quiere decir que a dentro de 18 años, no se podrán vender coches con motor de combustión en este mercado. Sin duda, uno de los movimientos más agresivos que hemos visto en los últimos años, pero que llega con algunas críticas por parte de los partidos verdes.

Según estos, el objetivo inicial era 2025. Pero la presión de los fabricantes, así como de la petrolera Shell, han dilatado el plazo en 10 años. A pesar de todo, supone un ejemplo de que la cuenta atrás para los sistemas de combustión interna ya está en marcha, y en algunos sitios de forma oficial.

Adiós al gas natural

Visto por muchos como una alternativa limpia, el gas natural se ha ido desvelando con el tiempo como una solución con un importante impacto medioambiental. Esto ha animado a los legisladores holandeses a poner fecha al final de su uso a nivel residencial. De esta forma las nuevas construcciones que se levanten a partir de 2020, no podrán conectarse a las redes de distribución de gas. Por su parte las que ya estén conectadas, tendrán que comenzar un largo proceso que terminará en 2050, cuando ninguna vivienda podrá contar con gas natural.

La alternativa será usar sistemas de calefacción que usarán el calor residual de los procesos industriales, así como las fuentes geotérmicas. Para ello se construirá una nueva infraestructura para la distribución del calor residual que permita sustituir a las canalizaciones de gas. Un proyecto que tendrá un coste estimado de unos 20.000 millones de euros en el periodo 2020-2040. Por su parte la industria si podrá seguir usando el gas, pero tendrán que adaptarse mediante el uso de sistemas que capturen y almacenen el CO2 producido. Un proyecto que es criticado por unos por ser demasiado benevolente en el tiempo, y por otros por no ser realista en los plazos por ser excesivamente ambiciosos. Pero la realidad es que en un proyecto que servirá de ejemplo para que otros gobiernos empiecen a dejar atrás la era del petróleo, pero también del gas.