Los planes de China e India para los coches eléctricos, amenazan con reducir la demanda de gasolina a corto plazo
Las horrorosas cifras de emisiones contaminantes, sumadas a la dependencia energética externa, está conduciendo un cambio de un gran calado en dos de los principales mercados del mundo. China e India han confirmado en los últimos meses que pondrán en marcha planes que según los expertos, provocará que el pico máximo de consumo de gasolina en estos mercados llegue mucho antes de lo previsto.
Por un lado China lleva años con un plan de incentivos tanto a nivel industrial como a nivel de ayudas directas, que ha aumentado de forma exponencial las ventas. El objetivo es que para 2025 al menos una quinta parte de los 35 millones de coches que se venden en este mercado sean eléctricos.
India por su parte tiene sobre la mesa un plan incluso más radical. Los borradores que tienen en estos momentos, que todavía no se han aprobado, incluyen la prohibición de la venta de nuevos coches gasolina a partir de 2032. Por supuesto, habrá que ver que pasa cuando ese borrador tenga que convertirse en una ley real, y si los políticos indios se atreven a aprobarla.
La propia Daimler, propietaria de marcas tan influyentes como Mercedes, y también Smart, indica en sus últimos informes que esperan que para 2025, el coche eléctrico suponga entre un 15 y un 20% de sus ventas a nivel global, además de un 10% de híbridos.
Los más preocupados sin duda son las empresas petroleras. Según Dawood Nassif, director de la compañía petrolera estatal Bahrain Petroleum Company (BAPCO) “La tecnología se está moviendo rápidamente, y en 10-15 años nuestro mercado de gasolina podría no ser el mismo que el actual“.
La cuestión es que la gasolina supone casi un 45% del negocio relacionado con el petróleo, y además es de los que mayores márgenes proporciona. Es por eso que informes como el de la agencia Moody’s, donde se indica que el rápido ritmo del desarrollo tecnológico del coche eléctrico dificulta las predicciones exactas del mercado del petróleo, sin duda han sido acogidos con temor en la industria. En este advierte que los efectos financieros directos de la caída de la demanda de petróleo, incluida la gasolina, “podrían materializarse ya en el año 2020“.
Los cambios son tan grandes que la influyente Agencia Internacional de Energía (IEA) está preparándose para revisar su análisis de las tendencias de los vehículos eléctricos y la demanda de petróleo de los próximos años. Unos informes que indicaban que la demanda no bajaría hasta 2040. Una fecha que ahora se está demostrando ser demasiado optimista para la industria petrolera.
La cuestión es que si China, el primer mercado mundial del automóvil con 2 millones de coches vendidos cada mes, compra cada vez más coches eléctricos y menos gasolina, y además India, el tercer mayor importador de petróleo, por delante ya de Japón, pone en marcha medidas agresivas para reducir el transporte mediante motores de combustión, sin duda estamos ante un escenario realmente negativo de cara a un futuro de las petroleras que según los expertos, necesitan adaptarse a esta nueva realidad donde cada vez será menos necesario los rentables combustibles fósiles.
Vía | Reuters
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