Cómo cambiará las redes eléctricas el sistema V2G (vehicle to grid)
De sobra son conocidos los beneficios del coche eléctrico en la sociedad: reducción de emisiones de CO2, mejora de la calidad del aire, aumento de la independencia energética, posibilidad de impulsarse con energías renovables, reducción de la contaminación acústica…
Tecnología V2G. Así cambiará la forma en la que generamos y consumimos energía
Las vehículos eléctricos no solo son la movilidad del futuro -y cada vez más del presente- sino que además son grandes baterías sobre ruedas distribuidas en ciudades y pueblos.
En un mundo donde es necesario aumentar el uso de energías renovables para reducir la contaminación y el combatir el cambio climático, también necesitamos disponer de grandes sistemas de almacenamiento eléctrico para combatir el principal punto débil de las renovables: su variabilidad.
La energía eólica y solar se están erigiendo como las formas más baratas de generar electricidad en todo el mundo. Sin embargo, aunque su producción sí sea predecible, no es controlable. A veces tenemos Sol y otras veces está nublado, pero todos los días se hace de noche. Respecto al viento, es un recurso que tiene una estacionalidad muy marcada según en qué partes del mundo. Es por eso que surge la necesidad de almacenar energía: todos queremos llegar a casa y poder encender la luz y para eso siempre tiene que haber una central generando al otro lado. Tenemos dos opciones: generar en el momento que se consume -lo que se hace hoy en día- o generar cuando el recurso esté disponible y almacenarlo para utilizarlo después. O una combinación de ambos.
El problema aparece cuando hablamos de almacenar electricidad a gran escala. Actualmente los centrales hidroeléctricas de bombeo son las únicas capaces de hacerlo, bombeando agua a un embalse superior que después puede ser utilizada de nuevo para generar electricidad. No obstante, este tipo de centrales solo pueden ser instaladas en lugares muy concretos, ya que es necesaria una orografía muy específica. Es cierto que se está comenzando a apostar por grandes instalaciones de baterías, pero a nivel de sistema siguen sin ser una cantidad significativa.
Es aquí donde comienza el papel del coche eléctrico. Tener millones de coches eléctricos conectados a la red eléctrica es tener millones de baterías conectadas a ella. Precisamente el almacenamiento a gran escala que tanto añoramos y que ahora no tenemos.
Gracias a todas estas “baterías con ruedas” conectadas a la red eléctrica podremos aumentar la integración de las energías renovables en el sistema eléctrico. Un claro ejemplo sería recargar los coches eléctricos con energía solar durante las horas centrales del día -cuando más producción hay- para después volver a verter esa electricidad a la red cuando no haya generación solar. Otro ejemplo ocurre con la eólica que muchas veces genera excedentes por las noches.
Por supuesto, el uso de esta tecnología tendía que ir en consonancia con las necesidades de los particulares propietarios de los coches. Un buena forma de convencer al ciudadano de a pie sería ofrecer importantes descuentos en la factura eléctrica a cambio de que se coche pudiese ofrecer una pequeña parte de la capacidad de su batería para regular el sistema eléctrico.
Nissan Futures 3.0. Un ecosistema basado en el coche eléctrico
Con el objetivo de integrar definitivamente al coche eléctrico en el sistema eléctrico, Nissan ha creado Nissan Futures 3.0, un ecosistema que nos muestra sus planes respecto al futuro de la movilidad sostenible, incluyendo nuevas tecnologías de recarga de baterías, almacenamiento doméstico y varios proyectos relacionados con la sostenibilidad.
Entre los productos presentados está el sistema de almacenamiento doméstico xStorage. Una batería para el hogar que permite almacenar los excedentes de generación de una instalación solar de autoconsumo de una vivienda, aumentando el aprovechamiento de la misma. Además, también permite conseguir reducciones en la factura de la luz aprovechando las horas nocturnas -y más baratas- para cargar la batería, descargándola en las horas de mayor demanda -y más caras-.
A esto se suma el hecho de que sus coches eléctricos son compatibles con la tecnología V2G, incluyendo por supuesto al nuevo Nissan LEAF. Una característica sin la cual todo lo explicado anteriormente no sería posible. De hecho, en este ámbito Nissan ya tiene varios proyectos piloto en los que está probando la efectividad de la tecnología en aplicación real.
Todo esto queda muy bonito sobre el papel, pero hay que llevarlo a la realidad. Es por eso que la marca japonesa colaborará en varios proyectos con comunidades para equipar edificios residenciales con un sistema sistema integral que incluya energía solar, almacenamiento con la Nissan xStorage, tecnología V2G y unos cuantos Nissan LEAF 2018 para compartir coche. Una forma de demostrar que el futuro es posible y es ahora.
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