China impide la creación de nuevos fabricantes de coches eléctricos por exceso de producción
China se ha convertido en el principal mercado de coches eléctricos del mundo,
debido principalmente a los esfuerzos del gobierno del país asiático
para promocionar esta tecnología. Así, durante los últimos años han
surgido al calor de las subvenciones numerosos fabricantes de vehículos
eléctricos en China, la mayoría de ellos especializados en micro-coches,
ideales para las congestionadas urbes del país.
Sin embargo, las últimas noticias apuntan a que el gobierno chino está ahora impidiendo la puesta en marcha de nuevos fabricantes de coches eléctricos debido a un exceso de producción. De acuerdo con la agencia de calificación Fitch, entre los fabricantes de automóviles ya establecidos y los de nueva creación China tiene la capacidad suficiente como para producir 20 millones de coches eléctricos para 2020, diez veces más que el objetivo del gobierno para ese año.
Esta restricción afecta principalmente a aquellas empresas que no tengan capacidad para producir como mínimo 100.000 unidades anuales, a las cuales se les está impidiendo obtener una licencia de fabricación. Actualmente China tiene alrededor de 500 empresas de nueva creación dedicadas a la fabricación de coches eléctricos, y la inmensa mayoría distan mucho de las avanzadas propuestas de BYTON, Faraday Future o NIO.
Así, en el país asiático hay una enorme cantidad de fabricantes de coches eléctricos de tipo LSEV: diminutos vehículos urbanos, de muy poca potencia y autonomías reducidas enfocados a ofrecer a la población una solución de movilidad extremadamente barata. La inmensa mayoría de estos vehículos tiene una calidad de fabricación, una tecnología y un nivel de seguridad como mínimo deficientes.
“El movimiento para frenar la inversión en el coche eléctrico tiene sentido, ya que todas las señales muestran que el segmento se está sobrecargando”, afirma Qian Kang, un empresario automotriz con sede en Zhejiang. Esta decisión tiene lugar justo cuando Tesla y Volkswagen están construyendo sus respectivas plantas en Shanghái para producir en exclusiva coches eléctricos, con una capacidad de 500.000 unidades anuales en la primera y de 300.000 en la segunda, lo que pondría de manifiesto la intención del gobierno chino de impulsar a aquellas empresas con capacidad de fabricar muchos coches eléctricos.
Las ventas de coches en China cayeron un 5,8% en 2018, el primer receso anual desde el año 1990. Como contraste, el año pasado se vendieron un total de 1,26 millones de coches propulsados por energías alternativas, lo que supuso un aumento del 61,7% respecto a 2017. Se espera que este año la tendencia de este sector siga al alza, si bien el crecimiento será más modesto, quedándose en un total de 1,5 millones de unidades.
Fuente | InsideEVs
Sin embargo, las últimas noticias apuntan a que el gobierno chino está ahora impidiendo la puesta en marcha de nuevos fabricantes de coches eléctricos debido a un exceso de producción. De acuerdo con la agencia de calificación Fitch, entre los fabricantes de automóviles ya establecidos y los de nueva creación China tiene la capacidad suficiente como para producir 20 millones de coches eléctricos para 2020, diez veces más que el objetivo del gobierno para ese año.
Esta restricción afecta principalmente a aquellas empresas que no tengan capacidad para producir como mínimo 100.000 unidades anuales, a las cuales se les está impidiendo obtener una licencia de fabricación. Actualmente China tiene alrededor de 500 empresas de nueva creación dedicadas a la fabricación de coches eléctricos, y la inmensa mayoría distan mucho de las avanzadas propuestas de BYTON, Faraday Future o NIO.
Así, en el país asiático hay una enorme cantidad de fabricantes de coches eléctricos de tipo LSEV: diminutos vehículos urbanos, de muy poca potencia y autonomías reducidas enfocados a ofrecer a la población una solución de movilidad extremadamente barata. La inmensa mayoría de estos vehículos tiene una calidad de fabricación, una tecnología y un nivel de seguridad como mínimo deficientes.
“El movimiento para frenar la inversión en el coche eléctrico tiene sentido, ya que todas las señales muestran que el segmento se está sobrecargando”, afirma Qian Kang, un empresario automotriz con sede en Zhejiang. Esta decisión tiene lugar justo cuando Tesla y Volkswagen están construyendo sus respectivas plantas en Shanghái para producir en exclusiva coches eléctricos, con una capacidad de 500.000 unidades anuales en la primera y de 300.000 en la segunda, lo que pondría de manifiesto la intención del gobierno chino de impulsar a aquellas empresas con capacidad de fabricar muchos coches eléctricos.
Las ventas de coches en China cayeron un 5,8% en 2018, el primer receso anual desde el año 1990. Como contraste, el año pasado se vendieron un total de 1,26 millones de coches propulsados por energías alternativas, lo que supuso un aumento del 61,7% respecto a 2017. Se espera que este año la tendencia de este sector siga al alza, si bien el crecimiento será más modesto, quedándose en un total de 1,5 millones de unidades.
Fuente | InsideEVs
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