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jueves, 13 de agosto de 2020

Universidad Nacional de La Plata: Vuelo eléctrico

Vuelo eléctrico

La Universidad Nacional de La Plata y la empresa Petrel firmaron un acuerdo de cooperación para introducir mejoras en el avión de entrenamiento Petrel 912i, que podrían ir desde la mejora aerodinámica hasta la posibilidad de convertirlo en un avión de motorización eléctrica.

Por Matías Alonso  
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Agencia TSS – La Universidad Nacional de La Plata (UNLP), a través de su Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA), ha desarrollado diversos vehículos eléctricos en el pasado. Entre ellos, un triciclo que unió las ciudades de La Plata y Mar del Plata en el año 2012 y un colectivo eléctrico con baterías de litio desarrolladas en la institución que desde 2018 interconecta sus sedes diariamente. La posibilidad de aplicar ese conocimiento acumulado en la industria aeronáutica abrió nuevas posibilidades de vinculación para la institución platense.

La empresa Petrel, que produce aviones deportivos livianos desde el año 2015, ya lleva vendidos 16 de su modelo Petrel 912i, que acumulan 20.000 horas de vuelo y cuyo uso está destinado principalmente al entrenamiento de nuevos pilotos. El Petrel 912i permite tener una hora de vuelo más económica y en condiciones más seguras que las de los aviones que usualmente reemplaza y suelen tener más de 40 años de uso.

Hace ya algunos años que la UNLP y Petrel trabajan en conjunto para que los estudiantes avanzados de Ingeniería Aeronáutica hagan prácticas supervisadas en la empresa, lo que equivale a la tesis de grado.

Claudio Rimoldi, profesor de la UNLP y responsable de la iniciativa por parte de la universidad, le dijo a TSS: “Estamos en los albores de hacer un avión eléctrico. Hay que analizar un montón de parámetros más: estructura, aerodinámica, potencia necesaria y tipos de baterías a usar. Esto demanda mucho análisis, no es reemplazar un motor por otro, sino que lleva una ingeniería atrás y justamente el CTA tiene el conocimiento sobre baterías de litio y motores eléctricos para vehículos terrestres. Como nuestra formación es la aeronáutica, tenemos todo el conocimiento para unificar conceptos con lo relacionado a esta nueva modalidad. La aeronáutica es una de las industrias que arrastra otras industrias, en este caso podría ser también una de las tractoras en el sentido de usar las energías limpias”.

Inicialmente, el proyecto no contará con una línea de financiamiento especial. La empresa pondrá sus instalaciones, material y necesidades, y la UNLP el túnel de viento, horas/hombre de profesores y estudiantes, y tendrán acceso a la experiencia productiva de la empresa. Más adelante, cuando sea necesario desarrollar alguna pieza en particular, se buscará una línea de financiamiento apropiada.

El requerimiento para el Petrel eléctrico es que el peso máximo al despegue y su capacidad de carga no sean superiores a los del Petrel 912i. También, se deberán mantener dentro de los parámetros del avión actual el centro de gravedad, parte crítica de la estabilidad de la aeronave. Para más adelante quedarán las definiciones sobre potencia, capacidad de las baterías y su ubicación.

El Petrel 912i es un avión certificado, paso necesario para poder ser una aeronave de instrucción, y por eso cada cambio que se haga deberá ser analizado y recertificado por la autoridad regulatoria. Las conversaciones con la Administracion Nacional de Aviación Civil (ANAC) ya han sido iniciadas por parte de la empresa y, una vez avanzado el proyecto, podrían sentar las bases para crear una nueva normativa para aeronaves eléctricas, que hoy no existe. En el mundo hay mucha investigación sobre aviones eléctricos, mayormente financiada por las grandes constructoras como Airbus, Boing y, en nuestra región, Embraer. En mayo de este año, el avión Pipistrel Velis Electro fue el primer avión eléctrico en conseguir la certificación europea para poder entrenar pilotos.

El requerimiento para el Petrel eléctrico es que el peso máximo al despegue y su capacidad de carga no sean superiores a los del Petrel 912i.

“Estamos dando un paso importante en la Argentina. Brasil ha hecho algo eléctrico, pero para darse una idea de la escala, Embraer está atrás de eso, ya que tiene una espalda muy grande. Pero eso no quita las ganas y la inquietud de poder lograr algo eléctrico en el país”, dijo Rimoldi.

El convenio también permitirá hacerle mejoras al avión de combustión interna y ya se está trabajando en algunas de ellas. “Se pueden hacer mejoras del producto ya certificado”, explicó Rimoldi. La empresa ya tiene varias aeronaves con muchas horas de vuelo acumuladas y eso permite un feedback en lo que es el diseño de ciertos componentes. Se pueden mejorar algunas partes para hacerlas más seguras u optimizarlas. En un trabajo final de una materia se usaron los túneles de viento sobre el ala del Petrel, se hizo un modelo a escala que se introdujo en el túnel de viento y se vio la posibilidad de hacer punteras de alas para reducir la resistencia inducida”.

El 25 de mayo pasado, la empresa Petrel había comunicado en su cuenta de Twitter que había decidido cerrar sus puertas por falta de apoyo del Estado argentino, aunque la ANAC fue su primer cliente, en el año 2015. Pocos días después hubo un intercambio entre la empresa y el organismo en los medios por problemas en la certificación de unos aviones con un motor más potente que debían enviar a Colombia. Finalmente, la empresa anunció que logró solucionar los problemas con ANAC y retomar la producción a pesar de la cuarentena.

Bernabé Vidal, representante técnico y responsable de la producción en la empresa Petrel, le dijo a TSS: “Estuvimos con algunas complicaciones económicas porque nuestros principales clientes no están pudiendo volar y, en consecuencia, no nos pueden pagar deudas a nosotros, que como empresa fabricante también necesitamos probar nuestros aviones. Dadas las restricciones que se han generado, en algún momento el personal tampoco podía venir. Ahora ya estamos reiniciando actividades con algunas restricciones”.

Sobre la vinculación entre el mundo académico y el empresario, Rimoldi manifestó: “El medio productivo es donde nuestros egresados se van a insertar. No concibo una facultad no relacionada con el medio productivo, tenemos un potencial increíble y a veces me duele que se tenga que ir del país gente excelente porque no puede desarrollarse. Una planta productora de aviones en la localidad de Gowland, en Mercedes, como es el caso de Petrel, es un lugar estratégico. Está cerca del puerto de Buenos Aires, están las grandes cadenas de productores de partes en todo el cordón industrial del Gran Buenos Aires. En el centro de la provincia de Buenos Aires también está Cicaré, que hace helicópteros y está traccionando gente de ahí alrededor. Es ahí adonde van a nacer los futuros centros de desarrollo. Tenemos la gente y tenemos los medios para hacerlo”.


13 ago 2020

 

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