California eleva hasta los 4.500 dólares la ayuda del estado para la compra de coches eléctricos, que se podrán sumar a los 7.500 del gobierno central
Los interesados en comprarse un coche en California
están de enhorabuena, ya que el estado norteamericano ha confirmado la
aprobación de una nueva norma que aumentará la ayuda que entrega la
administración local para la compra de uno de estos vehículos.
Hasta ahora los residentes podían descontarse 2.500 dólares, que como siempre han podido sumar a los 7.500 dólares que pone el gobierno central. Un movimiento que busca acelerar todavía más la implantación de la movilidad sostenible en uno de los estados más castigados por las emisiones contaminantes del sector transporte.
Ahora los clientes que busquen un coche eléctrico en California tendrán a su disposición 4.500 dólares del estado, que podrán sumar a los 7.500 de la administración federal. Algo que en la práctica supone un descuento de nada menos que 12.000 dólares. Sin duda un poderoso argumento para dar el salto a uno de estos vehículos.
Gracias a esta ayuda, un comprador podrá acceder a un Nissan LEAF por apenas 18.000 dólares, o a un Tesla Model 3 Long Range por la tentadora cantidad de 32.000 dólares.
Este movimiento tiene dos lecturas. Por un lado está el problema de que algunas marcas, como Tesla y próximamente General Motors, han llegado o están a punto de alcanzar las 200.000 unidades vendidas. Una marca que supone el inicio de la pérdida de las ayudas que comprende un periodo donde cada año reciben menos cantidad, hasta llegar a su total eliminación.
Gracias a este incremento, los residente de California podrán amortiguar esta pérdida, que como vemos afecta precisamente a dos fabricantes norteamericanos.
Por otro lado desde el estado se quiere mandar un mensaje al gobierno de Trump y su posición negativa hacía la movilidad eléctrica y las energías renovables, que incluyen medidas como la no ampliación de los programas de ayudas, y la congelación de los estándares de emisiones de los coches convencionales. Un mensaje de que si el estado no ayuda a su expansión, los estados están preparados para tomar el relevo y continuar con su promoción.
Desde el gobierno de California se ha indicado que incluso están plantándose aumentar más las ayudas si es necesario. Y todo gracias a un formato de compra y venta de créditos de emisiones que permite obtener grandes ingresos por parte de aquellos fabricantes de coches que no cumplen con los requisitos de la Ley del Aire de California, y que en la práctica como vemos están financiando de forma directa los programas de ayudas a la compra de coches eléctricos.
Fuente: Bloomberg
Hasta ahora los residentes podían descontarse 2.500 dólares, que como siempre han podido sumar a los 7.500 dólares que pone el gobierno central. Un movimiento que busca acelerar todavía más la implantación de la movilidad sostenible en uno de los estados más castigados por las emisiones contaminantes del sector transporte.
Ahora los clientes que busquen un coche eléctrico en California tendrán a su disposición 4.500 dólares del estado, que podrán sumar a los 7.500 de la administración federal. Algo que en la práctica supone un descuento de nada menos que 12.000 dólares. Sin duda un poderoso argumento para dar el salto a uno de estos vehículos.
Gracias a esta ayuda, un comprador podrá acceder a un Nissan LEAF por apenas 18.000 dólares, o a un Tesla Model 3 Long Range por la tentadora cantidad de 32.000 dólares.
Este movimiento tiene dos lecturas. Por un lado está el problema de que algunas marcas, como Tesla y próximamente General Motors, han llegado o están a punto de alcanzar las 200.000 unidades vendidas. Una marca que supone el inicio de la pérdida de las ayudas que comprende un periodo donde cada año reciben menos cantidad, hasta llegar a su total eliminación.
Gracias a este incremento, los residente de California podrán amortiguar esta pérdida, que como vemos afecta precisamente a dos fabricantes norteamericanos.
Por otro lado desde el estado se quiere mandar un mensaje al gobierno de Trump y su posición negativa hacía la movilidad eléctrica y las energías renovables, que incluyen medidas como la no ampliación de los programas de ayudas, y la congelación de los estándares de emisiones de los coches convencionales. Un mensaje de que si el estado no ayuda a su expansión, los estados están preparados para tomar el relevo y continuar con su promoción.
Desde el gobierno de California se ha indicado que incluso están plantándose aumentar más las ayudas si es necesario. Y todo gracias a un formato de compra y venta de créditos de emisiones que permite obtener grandes ingresos por parte de aquellos fabricantes de coches que no cumplen con los requisitos de la Ley del Aire de California, y que en la práctica como vemos están financiando de forma directa los programas de ayudas a la compra de coches eléctricos.
Fuente: Bloomberg
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