Se cumplen 122 años de la primera carrera de automóviles en Estados Unidos, en la que venció un coche eléctrico
El 7 de septiembre de 1896, un coche eléctrico construido por la Riker Electric Motor Company consiguió vencer en la primera carrera de automóviles llevada a cabo Estados Unidos,
que tuvo lugar en el Narragansett Trotting Park (un óvalo de tierra de
una milla diseñado para carreras de caballos) en Cranston, Rhode Island.
Este evento tenía el objetivo de que las compañías dieran a conocer sus vehículos al gran público,
estrategia que por cierto tuvo un gran éxito: más de 60.000 personas
asistieron a la carrera, y cientos de miles leyeron sobre ella en los
periódicos de la época. En ese momento todavía no existía una tecnología
dominante, por lo que los pioneros se las ingeniaban para desarrollar
sus vehículos siguiendo los métodos que consideraran oportunos. Así, en
la carrera se alinearon coches eléctricos, de gasolina y de vapor.
En
total, hubo siete modelos participantes. Junto al Riker Electric había
cinco coches de combustión y otro a baterías, siendo este último obra de
la Electric Carriage and Wagon Company. La carrera comenzó con la
lentitud característica de los vehículos de la época (“¡Conseguidos un caballo!” gritaba el público),
pero rápidamente el Riker se adelantó y ganó la carrera con facilidad,
terminando las cinco vueltas en unos 15 minutos. El otro coche eléctrico
quedó en segunda posición.
Esta carrera en Narragansett Trotting Park fue solo el pistoletazo de salida a las competiciones de automóviles en Estados Unidos, pues atrajo a tantos espectadores que las ciudades de todo el estado pronto comenzaron a construir sus propios óvalos de tierra para ver competir a los automóviles de la época.
La pista original tuvo tanto uso que tuvieron que cerrarla en 1914 para llevar a cabo numerosas reformas. Fue abierta de nuevo al año siguiente, reconvertida en un circuito pavimentado diseñado para acoger carreras de 100 millas. Nada que ver con sus modestos inicios como óvalo de tierra para carreras de caballos. Si bien en su inauguración el 18 de septiembre de 1915 50.000 personas asistieron a la pista, esta terminó cerrando de forma definitiva en 1923, cuando se popularizaron otras formas de entretenimiento y las carreras perdieron afluencia de espectadores.
La historia de la primera carrera de coches en Estados Unidos en su fiel reflejo de lo que fueron los inicios del automóvil, con unos coches eléctricos que dominaron el mercado gracias a su mayor sencillez de uso y a sus prestaciones superiores, pero que terminaron desapareciendo cuando los de combustión interna se refinaron y consiguieron adelantarles en aspectos como la autonomía o el tiempo de repostaje.
Fuente | History
Esta carrera en Narragansett Trotting Park fue solo el pistoletazo de salida a las competiciones de automóviles en Estados Unidos, pues atrajo a tantos espectadores que las ciudades de todo el estado pronto comenzaron a construir sus propios óvalos de tierra para ver competir a los automóviles de la época.
La pista original tuvo tanto uso que tuvieron que cerrarla en 1914 para llevar a cabo numerosas reformas. Fue abierta de nuevo al año siguiente, reconvertida en un circuito pavimentado diseñado para acoger carreras de 100 millas. Nada que ver con sus modestos inicios como óvalo de tierra para carreras de caballos. Si bien en su inauguración el 18 de septiembre de 1915 50.000 personas asistieron a la pista, esta terminó cerrando de forma definitiva en 1923, cuando se popularizaron otras formas de entretenimiento y las carreras perdieron afluencia de espectadores.
La historia de la primera carrera de coches en Estados Unidos en su fiel reflejo de lo que fueron los inicios del automóvil, con unos coches eléctricos que dominaron el mercado gracias a su mayor sencillez de uso y a sus prestaciones superiores, pero que terminaron desapareciendo cuando los de combustión interna se refinaron y consiguieron adelantarles en aspectos como la autonomía o el tiempo de repostaje.
Fuente | History
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