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sábado, 8 de julio de 2017

Autos eléctricos para bajar el esmog

Autos eléctricos para bajar el esmog


La electromovilidad es una de las propuestas que ingenieros del país plantean como una alternativa sustentable para disminuir la contaminación atmosférica en la región por la emisión de gases del parque automotor.
Un vehículo que es impulsado por energía eléctrica puede llegar a contaminar 25 veces menos comparado con un vehículo convencional, afirmó el impulsor de esta idea e integrante de la organización Energética Miguel Fernández.
El II Congreso de la Gestión de la Calidad del Aire, que se realiza en la Universidad Católica Boliviana con apoyo de Swisscontact, dejó ver esta posibilidad que el expositor argumenta viable, igual que cambiar los hábitos y disminuir los niveles de contaminación.


La ciudad de Cochabamba crece con un promedio de 32.500 residentes por año, lo que representa 2.000 vehículos más en circulación anualmente.
Fernández dijo que si bien una de las dificultades es la carga de los vehículos electromóviles, esto no pasa con las bicis.
La bicicleta eléctrica llega a una velocidad de 30 a 40 kilómetros por hora y, en el peor de los casos, “si no le gusta pedalear” el costo llegaría a 2 bolivianos por cada 100 kilómetros.
“Se puede cargar en absolutamente cualquier lugar que tenga acceso a energía, puede transitar por cualquier carretera, tiene todo lo que un auto convencional, partimos de esa idea de soluciones pequeñas”, dijo.
Según la explicación que el expositor presentó, “lo primero que falta es conciencia de la gente, se necesitan políticas estatales que fomenten la electromovilidad. En otros países se puede tener acceso a créditos para estas movilidades”, señaló.
Con un vehículo común, la huella de carbono (CO2) —uno de los gases contaminantes de efecto invernadero más importante— llega 1.865 kilogramos; en cambio, con la bicicleta se alcanzan sólo los 58,1 kilogramos.
Un vehículo biplaza que también puede funcionar en cualquier carretera llega a costar 5.000 dólares, es decir, que “pueden adaptarse a las necesidades y a los precios”. En el municipio se evidenció que en 2016 la contaminación llegó a un promedio de 57 microgramos por metro cúbico. A pesar de su descenso con respecto a otros años que se llegaba a 100, los rangos aún son altos.

AUDITORÍA
•A pesar de contar con una auditoría ambiental que señala desde 2014 las acciones que deben tomar los municipios y la Gobernación de Cochabamba para enfrentar los altos índices de contaminación, aún no se cuenta con una política departamental de protección atmosférica, señaló la responsable de esta área, Deymi Velasco.
•Manifestó que se prepara un programa departamental que incluya aspectos como contaminación en industrias, transporte y forestación. Sin embargo, no hay estudios sobre la salud. “Los datos son dispersos, estamos incluyendo este aspecto”, dijo.

Fuente:  http://www.lostiempos.com/  

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