China y la cuota obligatoria de coches eléctricos.
China es uno de los mercados que más seriamente se está tomando la expansión de la movilidad eléctrica. Los potenciales beneficios para el país, como la reducción de emisiones así como una alternativa a su fuerte dependencia externa del petróleo, hace que el coche eléctrico se haya colado entre las principales prioridades del gobierno.
Hace unos meses el gobierno chino presentó un ambicioso proyecto que tomaba como ejemplo la ley del aire de California. Esta pondrá en marcha unas cuotas mínimas de ventas de coches eléctricos a los fabricantes que trabajen en China.
Según el texto, en 2018 el 8% de las ventas de cada fabricante tendrán que ser protagonizadas por coches dotados de un sistema eléctrico. Una cifra que crecerá hasta el 12% en 2020. En caso de no cumplir con estos mínimos, los fabricantes más rezagados tendrán que comprar créditos de emisiones a aquellos que dispongan de excedente, o afrontar fuertes sanciones e incluso la pérdida de la licencia para operar en este mercado.
Pero la presión de los fabricantes extranjeros, como los fabricantes alemanes representados por el Vicecanciller y Ministro de Economía y Energía, Sigmar Gabriel, así como también la de algunos grupos locales, ha provocado que desde el ejecutivo chino se estén planteando dar un paso atrás en sus objetivos.
Según la prensa local, esta modificación supondría un recorte de 2 puntos en cada tramo. De esta forma en 2018 los fabricantes que operen en este mercado tendrán que alcanzar un 6% de coches dotados de sistema eléctrico, incluyendo híbridos, híbridos enchufables y eléctricos puros, mientras que en 2020 la cifra tendría que llegar al 10%.
Otra de las opciones es mantener las cuotas, pero retrasar un año su entrada en vigor. De esa forma el 8% inicial daría comienzo en 2019, en lugar de 2018, y el 10% en 2021.
La decisión tendrá que tomarse en las próximas semanas, una vez que se logre un acuerdo entre los dos departamentos que según las fuentes, están enfrentados por la aplicación de este plan. Y es que los responsables del Ministerio de Industria y Tecnología de la Información (MIIT) más favorable a las flexibilidad, y el planificador estatal de China, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR) más agresivo y propenso a poner en marcha las cuotas lo antes posible.
Pero lo más importante es que sea cual sea la decisión, los fabricantes más reacios tendrán un nuevo motivo para dar el paso hacía formas de movilidad más sostenible. Y es que el mercado chino es demasiado grande y apetecible para seguir negando la evidencia de la evolución de la tecnología.
Vía | Times
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