Los conductores británicos no saben cómo lavar los autos eléctricos
El 42% de los residentes del Reino Unido están seguros que los autos
eléctricos no se pueden mandar a los lavados de autos comunes. Así lo
señalan los resultados de una encuesta
realizada por un grupo de trabajo, en el marco del programa del
gobierno británico para promover el transporte eléctrico Go Ultra Low.El propósito de la encuesta fue identificar las percepciones y los estereotipos de los británicos sobre los vehículos eléctricos. Los resultados de la encuesta se emplearán en una campaña para cambiar la opinión pública sobre estos vehículos y aumentar la demanda, ya que el uso generalizado del transporte eléctrico mejorará la situación ambiental en el país.
Pero en realidad, los vehículos eléctricos se pueden lavar con las mismas arandelas automáticas o manuales que los vehículos convencionales. Además, estos automóviles también tienen un manual de instrucciones que describe las reglas de lavado.
Un automóvil totalmente eléctrico es un vehículo impulsado por uno o más motores eléctricos, que a su vez funcionan únicamente con batería. Muchos automóviles eléctricos tienen una mejor aceleración en comparación con los automóviles convencionales con motores de combustión interna. Pero, en su conjunto, siguen siendo inferiores a los de gasolina y diésel en términos de alcance y tiempo de reposición de las reservas de energía.
Finalmente, todos los vehículos eléctricos pueden recargarse con la electricidad del hogar. Para este propósito, el fabricante entrega una unidad de carga especial, que está conectada a una toma de corriente normal.
Desde enero, la empresa automovilística sueca Volvo desarrolla, desde cero, su primer automóvil totalmente eléctrico, y lo convertirá en parte de la familia de 40 automóviles, que incluyen al sedán S40, el hatchback V40 y el crossover compacto XC40. Como informa Autocar, el nuevo auto que heredará las características externas generales de la familia, se pondrá en producción en 2019.
María Cervantes
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.
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