El director ejecutivo de Siemens avisa a los fabricantes alemanes.
Apuesta por el coche eléctrico, o afrontarán violentas consecuencias por una pérdida masiva de empleo
Siemens es una de las
principales corporaciones de Alemania, y su influencia es innegable. Es
por eso que cuando su presidente habla, todo el mundo escucha. Esta
semana el presidente de la empresa, Joe Kaeser, ha puesto sobre la mesa
los riesgos que afronta la industria del automóvil germana por culpa de su lenta adopción del coche eléctrico.
Según el Sr Kaeser, si los fabricantes alemanes no saben
gestionar la revolución que supondrá la electrificación del transporte,
sufrirán violentas consecuencias con la pérdida masiva de puestos de trabajo.
Desde
Siemens se ha alertado de que el futuro de Alemania corre por lograr
colocarse a la cabeza de la industria del coche eléctrico, y también de
otras tendencias como la conexión a internet y los coches autónomos.
Y es que un impacto en este sector sería muy duro para un mercado que da trabajo a más de 740.000 personas. Algo a lo que en un primer momento parecen abocados por culpa de la lenta expansión de los programas de las marcas locales, a lo que se suma el impacto de los escándalos de emisiones contaminantes que no para de dar malas noticias para algunas de las principales marcas teutonas.
Un aviso alto y claro de una de las personas con mayor poder e influencia de Alemania, que pone sobre la mesa un problema que por desgracia no afecto solamente a los fabricante alemanes, sino en general a todos los europeos. Grandes corporaciones que navegan con total parsimonia a la espera de acontecimientos, mientras que en lugares como China se han encendido los fuegos de una pujante industria que quiere aprovechar esta desidia para lanzarse a la conquista del mercado mundial.
Fuente: Bloomberg
Y es que un impacto en este sector sería muy duro para un mercado que da trabajo a más de 740.000 personas. Algo a lo que en un primer momento parecen abocados por culpa de la lenta expansión de los programas de las marcas locales, a lo que se suma el impacto de los escándalos de emisiones contaminantes que no para de dar malas noticias para algunas de las principales marcas teutonas.
Un aviso alto y claro de una de las personas con mayor poder e influencia de Alemania, que pone sobre la mesa un problema que por desgracia no afecto solamente a los fabricante alemanes, sino en general a todos los europeos. Grandes corporaciones que navegan con total parsimonia a la espera de acontecimientos, mientras que en lugares como China se han encendido los fuegos de una pujante industria que quiere aprovechar esta desidia para lanzarse a la conquista del mercado mundial.
Fuente: Bloomberg
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