China comienza la fabricación masiva de colectivos electricos sin conductor
Baidu culmina la producción de las primeras 100 unidades del
Apolong, un vehículo autónomo pensado para lugares turísticos y
complejos industriales
El Apolong es un vehículo muy particular que tiene capacidad para 14 personas que se sientan unas enfrente de otras. ¿La novedad? Ninguna conduce. No hay nadie al volante simplemente porque se trata de un minibús eléctrico que se mueve solo. No tiene chófer y puede recorrer 100 kilómetros con una batería completa, que tarda algo más de dos horas en cargarse.
El Apolong es un vehículo autónomo de nivel 4 -en una escala de 0 a 5- que desarrolló el gigante tecnológico chino Baidu, conocido por ser el motor de búsqueda líder en el gigante asiático, publicó elpais.com.
Ya está operativo en diferentes zonas turísticas de China, incluida la capital, Pekín. De momento se mueve a una velocidad que rara vez supera los 30 km/h,
y sustituye a los tradicionales trenecitos y carricoches destinados a
hacer menos pesadas caminatas por zonas extensas, como parques
naturales. Pero se espera una expansión.
Baidu anunció que el fabricante de colectivos King Long ya ha construido cien unidades del Apolong, y que, después de haber certificado niveles satisfactorios de eficiencia y de seguridad, el vehículo entra en la fase de producción masiva.
Así las cosas, el 2018 "marca el inicio de la comercialización de los vehículos autónomos. El volumen de producción del Apolong demuestra que la conducción autónoma está dando grandes pasos,
llevando a la industria de cero a uno”, afirmó el consejero delegado de
la empresa, Robin Li, durante la conferencia para desarrolladores de
sistemas de inteligencia artificial Baidu Create.
De momento, aunque no requiere un conductor, Apolong se mueve únicamente a lo largo de rutas preestablecidas.
En parques turísticos, por ejemplo, siguen un circuito y se detienen en las paradas determinadas. Lo mismo sucede en complejos industriales. Pueden evitar obstáculos y frenar para prevenir accidentes, pero nunca se desvían del camino programado. Ese es el requisito que le falta para alcanzar el nivel máximo de conducción autónoma, es decir, el nivel 5.
El Apolong demuestra cómo las empresas chinas están tomando la delantera en la implementación de nuevos modelos de movilidad.
“Si podemos tomar la delantera es, en gran medida, gracias a la plataforma abierta Apollo,
que Baidu lanzó el año pasado”, explicó Li Huarong, uno de los
responsables de la empresa en el espacio que tuvo en CES Asia para
mostrar sus vehículos.
“A diferencia de lo que hacen otras empresas, que
desarrollan en exclusiva sistemas cerrados, nosotros hemos abierto
nuestra plataforma -al estilo del sistema operativo para dispositivos
móviles Android- de forma que otros fabricantes puedan utilizarlo y adaptarlo a sus necesidades”, indicó Li.
Apollo cuenta ya con más de 220.000 líneas de código y 116 empresas utilizan el ‘software’ de código abierto. Es
una ventaja que están aprovechando diferentes marcas chinas de
automóviles. Porque, si hay una cosa en la que concuerdan quienes
desarrollan tecnologías del futuro, es en que el sector de automoción va
a ser el que viva una transformación más profunda en la intersección
del ‘big data’, la inteligencia artificial, y la llegada de las redes 5G.
Consciente de ello, el propio gobierno chino está propiciando el desarrollo de estos vehículos.
Para ello, además de ofrecer créditos blandos y subvenciones, estableció diferentes proyectos en ciudades punteras, como Shanghái, donde instituciones públicas y privadas pueden experimentar con automóviles sin conductor.
La Zona Piloto Nacional para Vehículos Inteligentes
Conectados de la capital económica es un buen ejemplo de ello. En sus 5
kilómetros cuadrados se han construido 15 kilómetros de carreteras que
simulan diferentes situaciones para que las empresas que desarrollan los
vehículos autónomos puedan probarlos sin problema.
Uno de los más prometedores es también un autobús. Aunque, en este caso, se trata de un vehículo en el que ya caben unos 50 pasajeros
y que, de momento, todavía mantiene el volante. Varios ingenieros
trabajan en el sistema de piloto automático y ya lo han probado a una
velocidad de crucero de 60 km/h, mucho más rápido que el Apolong.
El objetivo es que la zona de Shanghái abierta a vehículos autónomos vaya creciendo paulatinamente y que estos autobuses se conviertan en algo habitual antes de que termine la década.
Hasta el momento, Japón, por ejemplo, se mostró interesado por los autobuses de Baidu, que ha cerrado un acuerdo con Softbank para poner en marcha diez Apolong en el país nipón el año que viene.
La introducción de estas flotas de vehículos sin
conductor será gradual, pero Baidu espera que la velocidad a la que se
da el proceso aumente de forma considerable. Y no solo para el transporte de personas, también para el de mercancías, informó elpais.com.
No en vano, además del Apolong, la tecnológica china
ha introducido el Neolix AX1, un pequeño vehículo logístico que es
capaz de llevar paquetes a sus destinatarios sin que haya un humano de
por medio.
Fuente: http://www.iprofesional.com
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