La industria automotriz se parte en dos por culpa del coche eléctrico
El
destino de una de las industrias más importantes a nivel mundial de la que
dependen millones de puestos de trabajo y que se han convertido en pilares
básicos de muchas economías nacionales, está viviendo un momento clave que
determinará su futuro.
La
industria automotriz está sufriendo en sus carnes la irrupción del coche
eléctrico. El cambio de tecnología ha pillado a contrapié a muchas marcas, al
tiempo que los gobiernos e instituciones a nivel mundial ponen en jaque un
modelo basado en el motor de combustión interna, que ha funcionado durante más
de 100 años.
Las
decisiones que se tomen hoy desde los diferentes centros de poder de estos
gigantes industriales, dictaminarán el futuro de muchas compañías como nunca
antes había ocurrido.
Hasta
que el coche eléctrico no se ha hecho real y ha demostrado que es capaz de
sustituir a los automóviles dotados del viejo motor de combustión interna,
culpable de una porcentual muy importante de las emisiones durante décadas, la
industria se ha resistido a dar el salto a la nueva movilidad.
Elon
Musk ofreció a Herbert Diess, director ejecutivo de Volkswagen, ser el CEO de
Tesla
Hace
tan sólo diez años era difícil ver tanta divergencia entre los grandes jefes al
timón de los grandes del automóvil mundial.
La
política del Grupo Volkswagen, que ha «cabreado» al lobby ACEA por su apoyo a
la prohibición europea de vender coches térmicos en 2035, difiere por completo
de las intenciones de Toyota, que sigue negando la relevancia del coche
eléctrico, mientras que su competidor directo germano quiere superar a Tesla
como líder mundial en ventas de coches eléctricos para 2025.
Volkswagen vs Toyota
Cuando
dos grandes de la industria mundial como Volkswagen y Toyota difieren tanto en
sus políticas de mercado y puntos de vista sobre la movilidad, quiere decir que
algo no está terminando de funcionar en el corazón de la industria automotriz.
Por
si esto fuera poco, la llegada de startups y nuevos jugadores llegados desde
los sectores tecnológicos ponen en peligro la status quo de los grandes
fabricantes tradicionales. El ejemplo de Tesla pone de manifiesto el cambio de
ciclo que vive la industria.
Una
startup sin historia a sus espaldas como constructor de coches es hoy en día la
firma de automóviles con mayor cotización bursátil de toda la industria, que
acumula un crecimiento de cuota de mercado que comienza a preocupar a los
grandes de un tiempo.
Ver
como Tesla, con precios lejos del alcance del ciudadano medio tienen vendida
toda su producción del Model Y en Estados Unidos y marca tendencia en China, es
sólo la cabeza de un iceberg que esconde a interesantes aspirantes como la
china XPeng, con su nuevo P5 de 20.900 euros, NIO, Rimac, Lucid Motors, Rivian
y un sin fin de marcas sin pedigree que emergen y roban cuota de mercado a la
vieja industria.
Industria de contrastes
Toyota
confirma que lanzará 10 coches eléctricos a partir de 2020
Mientras
Volkswagen con Herbert Diess a la cabeza lucha y sueña por ser la Tesla de la
vieja guardia, desde Toyota se sigue poniendo en duda el futuro eléctrico con
anuncios apocalípticos por parte de sus directivos.
Esta
disidencia dentro de la industria no pasa desapercibida para los expertos. Un
informe reciente de la Agencia Internacional de Energía demuestra las
diferencias entre Toyota y la mayoría de los otros fabricantes de automóviles
importantes.
Mientras
que el grupo Daimler (dueño de Mercedes) planea que el 50% de sus ventas sean
eléctricas para 2030. General Motors por su parte anuncia que se pasa al
eléctrico puro para 2035. Por su parte Toyota, el mayor fabricante de
automóviles del mundo por vehículos producidos, tiene como objetivo sólo 1
millón de ventas anuales para 2030.
Una
transición excesivamente conservadora y lenta, puede representar un riesgo que
provoque consecuencias desastrosas para ciertas compañías y la industria en su
conjunto.
Esto
no quiere decir que una transición excesivamente rápida esté exenta de riesgos,
circunstancia que las nuevas empresas recién llegadas al mercado pueden obviar.
La
industria automotriz tradicional se enfrenta al mayor reto de toda su historia
y el tiempo dirá que opción será la ganadora. Como en el caso de dos referentes
del sector como Volkswagen y Toyota.
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