Impacto de la adopción masiva del coche eléctrico en el sector de la energía y las emisiones

European Environment Agency

Impacto de la adopción masiva del coche eléctrico en el sector de la energía y las emisiones de Europa

La Agencia Europea de la Energía ve a los coches eléctricos y a las energías renovables como la combinación perfecta para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Además también los considera como la solución indicada para reducir muchos de los contaminantes del aire que respiramos, como pueden ser los NOx y las partículas sólidas.

El estudio realizado por esta agencia también tiene en cuenta los retos a los que se enfrenta el sistema eléctrico europeo, que necesitará aumentar la energía generada a medida que la cantidad de coches eléctricos aumenta.

Según el estudio, suponiendo que para el año 2050 el 80% de los coches sean eléctricos, estos acapararían el 9,5% de la demanda eléctrica de la Unión Europea. Una cifra que realmente no parece demasiado grande, y que no requeriría demasiada nueva potencia instalada, más si tenemos en cuenta que quedan casi 35 años. En el año 2014 los coches eléctricos apenas consumían el 0,03% de la energía eléctrica de la Unión Europea.

Además, para el año 2050 se espera que la producción eléctrica de la Unión Europea tenga un mayor porcentaje de renovables, algo que tendría un efecto positivo sobre las emisiones asociadas a el consumo de los coches eléctricos.

El estudio calcula que se podría evitar hasta un total de 255 millones de toneladas de CO2 para el año 2050, que correponderían al 10% de las emisiones totales calculadas para ese mismo año. Sin embargo, en los países con mayor generación mediante combustibles fósiles estos beneficios se verían reducidos.

Una cuota del 80% de coches eléctricos en las carreteras también tendría grandes beneficios en los niveles de contaminación de nuestras ciudades. Un contaminación que se está convirtiendo en una verdadero problema debido a los NOx y las partículas sólidas, que afecta a las salud de las personas.

En definitiva, la Unión Europea necesita un horizonte donde los coches eléctricos sean protagonistas. Tanto para reducir la dependencia del petróleo, como para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, las grandes ciudades necesitan un cambio en un modelo de transporte que está ahogando literalmente a la población.