Akasol, fabricante alemán de baterías principalmente
para el mercado nacional y europeo, ha realizado unas exhaustivas pruebas de
resistencia (ciclo de vida) de sus baterías, llegando a resultados
sorprendentes también para los técnicos. En resumen: las baterías aguantan
mucho más de lo previsto, más ciclos de recargas, con lo que su vida actual en
el coche eléctrico es mucho más larga, dejando de esta manera uno de los tres
grandes desfíos en la tecnología de las baterías de mañana - tamaño, costes y
resistencia - esta resuelto.
Los expertos de Akasol realizaron durante seis meses unas pruebas exhaustivas con sus módulos de 46Ah y 53Ah bajo condiciones muy complicadas, sorprendiéndose ellos mismo de los resultados. Debido al diseño propio del módulo con refrigeración líquida y unas condiciones óptimas de regularidad para las distintas células de la batería se podía aumentar su ciclo de vida en más de un 50% d elo que garantiza el fabricante. Los módulos también reaccionaron a la perfección a elevadas temperaturas de entre 50 a 55 grados Celsius, temperaturas no muy apropiadas para baterías. ´Después de 8.000 ciclos de recarga completos en el módulo 46Ah y unos 3.000 ciclos en el módulo de 53Ah, ambos mantenían un 80% de su capacidad, pudiendo alcanzar más de 15.000 ciclos, muchos más de lo previsto a lo largo de una vida util de un coche eléctrico. Uno de los puntos importantes para alcanzar tales cifras es el envejecimiento igualitario de todas las células, lo que reduce enormemente las pérdida de capacidad.
En concreto, como confirma Björn Eberleh, director de proyectos, pruebas y servicio de Akasol, esto significaría en un uso típico, como por ejemplo en un autobús totalmente eléctrico, un ciclo de vida de las baterías para más de un millon de kilómetros de recorrido.
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