La empresa china CATL comienza a perfilarse como uno de los mayores fabricantes de baterías del mundo
Este mismo mes, Nissan y Daimler (Mercedes-Benz) han firmado sendos contratos de suministro con CATL
(Contemporary Amperex Technology), uno de los mayores fabricantes de
baterías del mundo. Volkswagen y BMW ya son clientes habituales de esta
empresa cuyo crecimiento comienza a ser una amenaza para el dominio
coreano y japonés de esta industria.
El mes pasado, las autoridades chinas aprobaron la solicitud de la empresa para una realizar una oferta pública de 2.000 millones de dólares. Los fondos recaudados se usarán para duplicar la capacidad de producción de CATL a alrededor de 36 GWh. Esta cifra supondrá superar la capacidad de la Gigafábrica 1 de Tesla en Nevada, si bien Tesla también quiere construir con Panasonic una fábrica de baterías en China, estando las conversaciones con el gobierno del país bastante avanzadas.
Actualmente, casi el 90% de los ingresos de CATL proceden de la fabricación de baterías de iones de litio. La clave de su éxito ha sido la capacidad de la compañía para administrar los costes: tanto los componentes de las baterías como la maquinaria para construirlas se consiguen en el propio país, donde los precios de algunos materiales son más bajos que en el resto del mundo.
Panasonic, Samsung SDI o LG Chem son empresas con una tecnología de baterías más puntera que CATL. Sin embargo y a pesar de sus esfuerzos, hasta ahora no han sido capaces de reducir los costes tanto como CATL. La Gigafábrica 1 de Tesla debería servir a Panasonic para reducir el precio de las baterías a los 100 dólares el kWh para el año 2020, una cifra clave para conseguir fabricar coches eléctricos asequibles. Sin embargo, los altos precios de componentes como el cobalto han complicado este objetivo (por ello la mayoría de fabricantes quieren eliminar el cobalto de sus baterías).
A pesar de esta situación, CATL consiguió bajar los precios de sus baterías en más de un 30% el año pasado. Sin embargo, la rápida expansión de CATL podría afectar de forma negativa a la rentabilidad de la compañía. Si bien hasta ahora habían conseguido mantener un alto margen de beneficio del 28%, este está comenzando a desplomarse rápidamente. Además, otros dos problemas acechan a la compañía china: el aumento de la producción está comenzando a limitar su capacidad de obtención de materias primas, y corre el riesgo de quedarse tecnológicamente descolgada respecto a la competencia si no evoluciona rápidamente.
¿Será CATL una de las empresas más importantes en el suministro de baterías en la próxima década, o no sobrevivirá a la feroz competencia tecnológica de sus rivales?
Fuente | Bloomberg
El mes pasado, las autoridades chinas aprobaron la solicitud de la empresa para una realizar una oferta pública de 2.000 millones de dólares. Los fondos recaudados se usarán para duplicar la capacidad de producción de CATL a alrededor de 36 GWh. Esta cifra supondrá superar la capacidad de la Gigafábrica 1 de Tesla en Nevada, si bien Tesla también quiere construir con Panasonic una fábrica de baterías en China, estando las conversaciones con el gobierno del país bastante avanzadas.
Actualmente, casi el 90% de los ingresos de CATL proceden de la fabricación de baterías de iones de litio. La clave de su éxito ha sido la capacidad de la compañía para administrar los costes: tanto los componentes de las baterías como la maquinaria para construirlas se consiguen en el propio país, donde los precios de algunos materiales son más bajos que en el resto del mundo.
Panasonic, Samsung SDI o LG Chem son empresas con una tecnología de baterías más puntera que CATL. Sin embargo y a pesar de sus esfuerzos, hasta ahora no han sido capaces de reducir los costes tanto como CATL. La Gigafábrica 1 de Tesla debería servir a Panasonic para reducir el precio de las baterías a los 100 dólares el kWh para el año 2020, una cifra clave para conseguir fabricar coches eléctricos asequibles. Sin embargo, los altos precios de componentes como el cobalto han complicado este objetivo (por ello la mayoría de fabricantes quieren eliminar el cobalto de sus baterías).
A pesar de esta situación, CATL consiguió bajar los precios de sus baterías en más de un 30% el año pasado. Sin embargo, la rápida expansión de CATL podría afectar de forma negativa a la rentabilidad de la compañía. Si bien hasta ahora habían conseguido mantener un alto margen de beneficio del 28%, este está comenzando a desplomarse rápidamente. Además, otros dos problemas acechan a la compañía china: el aumento de la producción está comenzando a limitar su capacidad de obtención de materias primas, y corre el riesgo de quedarse tecnológicamente descolgada respecto a la competencia si no evoluciona rápidamente.
¿Será CATL una de las empresas más importantes en el suministro de baterías en la próxima década, o no sobrevivirá a la feroz competencia tecnológica de sus rivales?
Fuente | Bloomberg
No hay comentarios:
Publicar un comentario