San Francisco se marca 2035 como fecha tope para tener una flota de autobuses 100% eléctrica
Las flotas municipales de transporte
son un objetivo potencialmente muy interesante para su electrificación.
Son muchos los beneficios que estas pueden lograr dejando atrás
tecnologías como el diésel o el gas, como un menor coste operativo, y
sobre todo la ausencia de emisiones que tienen lugar principalmente en
zonas densamente pobladas. Así lo entienden cada vez más ciudades como San Francisco, que se ha propuesto ser 100% eléctrica en 2035.
Esa es la fecha máxima que el ayuntamiento de la ciudad norteamericano se ha marcado para que todos y cada uno de los autobuses que circulan por sus calles sean eléctricos. Una fecha que para algunos es muy lejana, 16 años por delante, pero que marca el inicio de una transformación que ya ha comenzado a producirse.
La ciudad ya ha empezado a incorporar de forma paulatina modelos eléctricos. El siguiente objetivo es que a partir de 2025 las nuevas compras sean exclusivamente modelos eléctricos, para lograr pavimentar el camino de una renovación que diez años después permitirá eliminar a todos los modelos con motor de combustión de sus calles.
Entre las razones para unos plazos algo extensos, desde la ciudad indican algunos motivos: Según el director de la empresa de transporte “Aunque la tecnología de las baterías avanza rápidamente, los fabricantes todavía no producen la cantidad de autobuses eléctricos que San Francisco y otras áreas urbanas necesitarían, ni pueden garantizar que los vehículos trabajen durante los 15 años requeridos con un gran número de usuarios y una topografía desafiante “.
Una apuesta que además se completará con una producción eléctrica limpia. Y es que la empresa de transporte se alimenta de la energía que procede de la central hidroeléctrica de Hetch Hetchy, que ofrece una energía limpia y renovable. El complemento perfecto para una futura flota de autobuses eléctricos.
Esto choca con la actual situación donde el sector de transporte representa casi la mitad de todas las emisiones generadas en la ciudad, la mayoría procedente de los automóviles privados y camiones comerciales. Una cuarta parte de todos los viajes dentro de la ciudad se realizan en transporte público, sin embargo, en la actualidad la flota municipal contribuye con solo el 2% de todas las emisiones de carbono de la ciudad. Algo que nos indica que en este caso concreto, es importante la transformación de la flota municipal, pero también son necesarias medidas para lograr que el resto de vehículos también sean sustituidos en su momento por modelos eléctricos.
Fuente | SFMTA
Esa es la fecha máxima que el ayuntamiento de la ciudad norteamericano se ha marcado para que todos y cada uno de los autobuses que circulan por sus calles sean eléctricos. Una fecha que para algunos es muy lejana, 16 años por delante, pero que marca el inicio de una transformación que ya ha comenzado a producirse.
La ciudad ya ha empezado a incorporar de forma paulatina modelos eléctricos. El siguiente objetivo es que a partir de 2025 las nuevas compras sean exclusivamente modelos eléctricos, para lograr pavimentar el camino de una renovación que diez años después permitirá eliminar a todos los modelos con motor de combustión de sus calles.
Entre las razones para unos plazos algo extensos, desde la ciudad indican algunos motivos: Según el director de la empresa de transporte “Aunque la tecnología de las baterías avanza rápidamente, los fabricantes todavía no producen la cantidad de autobuses eléctricos que San Francisco y otras áreas urbanas necesitarían, ni pueden garantizar que los vehículos trabajen durante los 15 años requeridos con un gran número de usuarios y una topografía desafiante “.
Una apuesta que además se completará con una producción eléctrica limpia. Y es que la empresa de transporte se alimenta de la energía que procede de la central hidroeléctrica de Hetch Hetchy, que ofrece una energía limpia y renovable. El complemento perfecto para una futura flota de autobuses eléctricos.
Esto choca con la actual situación donde el sector de transporte representa casi la mitad de todas las emisiones generadas en la ciudad, la mayoría procedente de los automóviles privados y camiones comerciales. Una cuarta parte de todos los viajes dentro de la ciudad se realizan en transporte público, sin embargo, en la actualidad la flota municipal contribuye con solo el 2% de todas las emisiones de carbono de la ciudad. Algo que nos indica que en este caso concreto, es importante la transformación de la flota municipal, pero también son necesarias medidas para lograr que el resto de vehículos también sean sustituidos en su momento por modelos eléctricos.
Fuente | SFMTA
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