China es el ejemplo perfecto de que si no apuestas fuerte por los coches eléctricos, luego tendrás dificultades
China se ha convertido con mucha diferencia en el epicentro mundial en cuanto a ventas de coches eléctricos. Las cifras no paran de crecer y con ritmos de más del 100% anual.
Un mercado muy interesante que algunas marcas están viendo con buenos
ojos para intentar reconducir sus números. Es el caso de Nissan, que se ha propuesta aplicar su experiencia con el coche eléctrico para aumentar sus beneficios en este mercado.
El fabricante japonés ha confirmado en la presentación de resultados del pasado año que las expectativas es que este nuevo ejercicio suponga una bajada de beneficios de un 6%. Un descenso motivado por el descalabro de ventas en Estados Unidos, y también por la nueva situación debido a la integración con Renault. La idea es cubrir esas malas proyecciones atacando nuevos nichos de mercado en plena explosión, como los coches eléctricos en China. Un mercado donde tiene presencia desde hace 2014 mediante una empresa conjunta con la marca local Dongfeng, y que le ha permitido vender el LEAF.
Pero Nissan se encontrará con un problema. A la poca ambición se su programa, todavía están vendiendo el LEAF de 24 kWh, se suma un mercado donde los rivales tradicionales y las nuevas startups han crecido de forma exponencial los últimos tres años. Algo que supondrá enfrentarse a una competencia bastante más fuerte de la que tiene que afrontar en otros mercados.
Y sus competidores no se han dormido en los laureles. Han lanzado una amplia gama de vehículos que cubren diferentes segmentos, desde el bajo coste, hasta los todocaminos de lujo. Un escenario donde el nuevo Nissan LEAF no parece que vaya a tener muy buena aceptación.
Para intentar revertir la situación, Nissan redoblará el esfuerzo en China. Además del nuevo LEAF, lanzarán el Sylphy. Una versión que mantiene las características técnicas propio LEAF, pero añadiendo un diseño de cuatro puertas tan apreciado en este mercado. Propuestas que el fabricante espera tengan buenas acogida.
Pero no lo tendrán ni mucho menos fácil. La oferta es cada vez más y mejor en este mercado, lo que hace que los 40 kWh del LEAF no sean punteros en el aspecto de la autonomía. Algo que provoca que muchos analistas pongan en duda el optimismo del fabricante japonés de enderezar sus números gracias a los chinos.
Y es que no sólo se tendrá que enfrentar a las cada vez más experimentadas marcas locales, sino al desembarco de los fabricantes europeos. Algo que quedó patente durante el pasado Salón del Automóvil de Pekín, donde nombres como Volkswagen o BMW, así como otros rivales asiáticos como Toyota, mostraron un arsenal listo para desembarcar el próximo año.
La conclusión es que Nissan tenía en su mano pavimentar una expansión aprovechando su experiencia y su pronta apuesta, pero se ha quedado en modo pausa cuatro años después de lanzar su primera propuesta, queriendo recuperar terreno sin grandes novedades y sin una ambición demasiado importante.
Fuente: Nikkei
El fabricante japonés ha confirmado en la presentación de resultados del pasado año que las expectativas es que este nuevo ejercicio suponga una bajada de beneficios de un 6%. Un descenso motivado por el descalabro de ventas en Estados Unidos, y también por la nueva situación debido a la integración con Renault. La idea es cubrir esas malas proyecciones atacando nuevos nichos de mercado en plena explosión, como los coches eléctricos en China. Un mercado donde tiene presencia desde hace 2014 mediante una empresa conjunta con la marca local Dongfeng, y que le ha permitido vender el LEAF.
Pero Nissan se encontrará con un problema. A la poca ambición se su programa, todavía están vendiendo el LEAF de 24 kWh, se suma un mercado donde los rivales tradicionales y las nuevas startups han crecido de forma exponencial los últimos tres años. Algo que supondrá enfrentarse a una competencia bastante más fuerte de la que tiene que afrontar en otros mercados.
Y sus competidores no se han dormido en los laureles. Han lanzado una amplia gama de vehículos que cubren diferentes segmentos, desde el bajo coste, hasta los todocaminos de lujo. Un escenario donde el nuevo Nissan LEAF no parece que vaya a tener muy buena aceptación.
Para intentar revertir la situación, Nissan redoblará el esfuerzo en China. Además del nuevo LEAF, lanzarán el Sylphy. Una versión que mantiene las características técnicas propio LEAF, pero añadiendo un diseño de cuatro puertas tan apreciado en este mercado. Propuestas que el fabricante espera tengan buenas acogida.
Pero no lo tendrán ni mucho menos fácil. La oferta es cada vez más y mejor en este mercado, lo que hace que los 40 kWh del LEAF no sean punteros en el aspecto de la autonomía. Algo que provoca que muchos analistas pongan en duda el optimismo del fabricante japonés de enderezar sus números gracias a los chinos.
Y es que no sólo se tendrá que enfrentar a las cada vez más experimentadas marcas locales, sino al desembarco de los fabricantes europeos. Algo que quedó patente durante el pasado Salón del Automóvil de Pekín, donde nombres como Volkswagen o BMW, así como otros rivales asiáticos como Toyota, mostraron un arsenal listo para desembarcar el próximo año.
La conclusión es que Nissan tenía en su mano pavimentar una expansión aprovechando su experiencia y su pronta apuesta, pero se ha quedado en modo pausa cuatro años después de lanzar su primera propuesta, queriendo recuperar terreno sin grandes novedades y sin una ambición demasiado importante.
Fuente: Nikkei
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